|
NACE LA COMUNIDAD DE ESTADOS LATINOAMERICANOS Y CARIBEÑOS (CELC) EN LA CUMBRE DE CANCÚN, MÉXICO
El HECHO más importante del Bicentenario
Y REFLEXIONES ATENDIBLES DE OSCAR ARIAS
Foto: http://www.kaosenlared.net/
Concluye cumbre con nuevo compromiso de unión latinoamericana y caribeña
Tomado de: http://spanish.people.com.cn/31617/6901445.html
Agencia Xinhua.24/02/2010
La Cumbre del Grupo de Río, denominada Cumbre de la Unidad de América Latina y el Caribe, concluyó el día 23 tras dos días de reuniones, con el lanzamiento de una nueva Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELC), que intenta unificar posiciones diversas para que la región enfrente en bloque la nueva realidad mundial.
Además de la aprobación unánime de la creación del CELC, los 25 jefes de Estado y de gobierno asistentes suscribieron varias declaraciones sobre temas que afectan a las naciones latinoamericanas y caribeñas.
En el texto principal, la Declaración de Cancún, los líderes incluyeron una serie de compromisos para concretar la creación de lo que han llamado la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELC), que no entraría en funciones hasta que sean definidos sus estatutos.
"Hemos decidido primero constituir la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELC) como un espacio regional propio que reúna a todos los Estados latinoamericanos y caribeños", dijo el presidente mexicano, Felipe Calderón, al leer la Declaración de Cancún.
La Declaración menciona los objetivos de consolidar y proyectar a nivel global, mediante la CELC, la identidad latinoamericana y caribeña como fundamento, entre otros, del respeto al derecho internacional, el respeto a la identidad soberana de los pueblos, el no uso ni la amenaza del uso de la fuerza, la democracia, el respeto de los derechos humanos y el respeto al medio ambiente.
También ordena que la CELC asuma el patrimonio de la Cumbre de Río y de la Cumbre de América Latina y el Caribe sobre Integración y Desarrollo (CALC).
Asimismo, la CELC deberá impulsar prioritariamente la integración regional con vías a la promoción de la concertación política, el impulso a la agenda latinoamericana y caribeña de acuerdos globales y el mejor posicionamiento de América latina y el Caribe ante acontecimientos relevantes en el ámbito internacional.
El presidente dijo que, en tanto no culmine el proceso de constitución de la CELC, se mantendrá un foro unificado en el que participen todos los países de América Latina y el Caribe, que preserve al Grupo de Río y al CALC con sus respectivos métodos de trabajo, prácticas y procedimientos, a fin de asegurar el cumplimiento de sus mandatos.
Las reuniones del Grupo de Río y la CALC se realizarán a través de este foro unificado -la CELC-, de acuerdo con los calendarios de reuniones de ambos mecanismos, y se realizarán las cumbres acordadas, en 2011 en Venezuela, y en 2012 en Chile.
En este mismo evento, los jefes de Estado y de Gobierno emitieron una declaración en la que exigieron a Estados Unidos que levante el bloqueo económico que ha ejercido contra Cuba desde 1961.
"Reclamamos al gobierno de Estados Unidos, en cumplimiento de las sucesivas resoluciones aprobadas por la Asamblea General de las Naciones Unidas, que ponga fin al bloqueo económico, comercial y financiero que mantiene contra Cuba, que es contrario al Derecho Internacional, causa daños cuantiosos e injustificables al bienestar del pueblo cubano y afecta a la paz y a la convivencia entre las naciones americanas", indica el texto.
La declaración, difundida a la prensa tras la clausura de la cumbre, expresa el "enérgico rechazo a las medidas económicas coercitivas y unilaterales aplicadas por motivos políticos contra países soberanos".
Los 25 jefes de Estado y de Gobierno de América Latina y el Caribe también apoyaron la iniciativa Yasuní ITT, que impulsa Ecuador para conservar uno de los lugares más biodiversos del mundo a cambio de financiación.
La declaración de apoyo, divulgada este martes, afirma que "esta iniciativa contribuirá al respeto de las culturas indígenas de los pueblos en aislamiento voluntario que habitan en el parque Yasuní, así como al desarrollo social, la conservación de la naturaleza y el fomento del uso de fuentes de energía renovables".
Ecuador ha propuesto evitar la explotación de 846 millones de barriles de petróleo que yacen en el subsuelo del Parque Nacional Yasuní a cambio de financiación para otros proyectos, lo que evitará la emisión a la atmósfera de 407 millones de toneladas métricas de carbono que se producirían por la quema de esos combustibles fósiles.
En este marco, México y Panamá firmaron un convenio para evitar la doble imposición y prevenir la evasión fiscal en materia de impuestos sobre la renta, después que los presidentes Calderón, y de Panamá, Ricardo Martinelli, se reunieran para revisar asuntos políticos, económicos y de seguridad.
Panamá está realizando esfuerzos diplomáticos para firmar acuerdos de doble tributación con 12 países de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), requisito previo para evitar ser considerado como paraíso fiscal por el organismo internacional.
En tanto, el presidente de Costa Rica, Oscar Arias, se mostró crítico a la Cumbre de la Unidad de América Latina y el Caribe, al decir, durante las reuniones que concluyeron hoy, que "a pesar de los discursos y de los aplausos, lo cierto es que nuestra región ha avanzado poco en las últimas décadas".
"En ciertas áreas, ha caminado resueltamente hacia atrás. Muchos quieren abordar un oxidado vagón al pasado, a las trincheras ideológicas que dividieron al mundo durante la Guerra Fría", dijo el mandatario.
"Nos corresponde a nosotros y a quienes vengan después evitar que eso suceda. Nos corresponde honrar la deuda con la democracia, con el desarrollo y con la paz de nuestros pueblos, una deuda cuyo plazo venció hace siglos", señaló.
Por su parte, el presidente de Bolivia, Evo Morales, dijo en una rueda de prensa tras la clausura de los trabajos del cónclave, que "este evento - la Cumbre de la Unidad de América Latina y el Caribe- es importante para liberarnos toda América Latina y el Caribe de Estados Unidos. Donde está Estados Unidos no se garantiza la democracia".
Como último evento del día, tras la clausura de la cumbre, el presidente Calderón y su homólogo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, aprovecharon su encuentro en la Riviera Maya para anunciar que comenzarán a investigar la posibilidad de concretar un acuerdo de integración económica a medio plazo.
TEXTO DE LA DECLARACIÓN DE CANCÚN (APARTES)
Tomado de: http://www.presidencia.gob.mx/buscador/index.php?contenido=53392
Declaración de la Cumbre de la Unidad de América Latina y el Caribe
Martes, 23 de Febrero de 2010
Riviera Maya, Quintana Roo
1. Las Jefas y los Jefes de Estado y de Gobierno de los países de América Latina y el Caribe, reunidos en la Cumbre de la Unidad constituida por la XXI Cumbre del Grupo de Río y la II Cumbre de América Latina y el Caribe sobre Integración y Desarrollo (CALC), en la Riviera Maya, México, el 23 de febrero de 2010.
2. Decididos a construir un espacio común con el propósito de profundizar la integración política, económica, social y cultural de nuestra región y establecer compromisos efectivos de acción conjunta para la promoción del desarrollo sostenible de América Latina y el Caribe en un marco de unidad, democracia, respeto irrestricto a los derechos humanos, solidaridad, cooperación, complementariedad y concertación política;
3. Convencidos de que la región de América Latina y el Caribe debe seguir reafirmando su presencia en los foros de los que forma parte y pronunciarse sobre los grandes temas y acontecimientos de la agenda global;
4. Destacando la importancia de profundizar la comunicación, cooperación, articulación, sinergia, convergencia de acciones e intercambio de experiencias entre los distintos procesos y mecanismos subregionales de integración;
5. Refrendando nuestro compromiso con el multilateralismo y con las Naciones Unidas como el foro por excelencia para la promoción de la paz, los derechos humanos, la cooperación internacional para el desarrollo y para construir un sistema económico global justo y equitativo, y
6. Refrendando asimismo, los principios de solidaridad, flexibilidad, gradualidad, pluralidad, diversidad, complementariedad de acciones y participación voluntaria plasmados en la Cumbre de América Latina y el Caribe sobre Integración y Desarrollo en Salvador, Bahía, como fórmula para encarar los desafíos que afronta nuestra región y alcanzar nuestros objetivos,
Hemos decidido:
1. Intensificar el diálogo político entre nuestros Estados y traducir, a través de la concertación política, nuestros principios y valores en consensos. La región requiere de una instancia de concertación política fortalecida que afiance su posición internacional y se traduzca en acciones rápidas y eficaces que promuevan los intereses latinoamericanos y caribeños frente a los nuevos temas de la agenda internacional.
2. Intensificar para ello, la concertación de posiciones regionales de cara a reuniones y conferencias de alcance global y adoptar un perfil más dinámico a favor de la concertación política y del trabajo de interlocución con otras regiones y países en la convicción de que ese diálogo contribuye a proyectar a la región y aumentar su influencia en el escenario internacional globalizado e interdependiente.
3. Reafirmar que la preservación de la democracia y de los valores democráticos, la vigencia de las instituciones y el Estado de Derecho, el compromiso con el respeto y la plena vigencia de todos los derechos humanos para todos, son objetivos esenciales de nuestros países.
4. Impulsar una agenda integrada, con base en el patrimonio del Grupo de Río y los acuerdos de la CALC, así como de los mecanismos y agrupaciones de integración, cooperación y concertación ya existentes, que constituyen todos, de conjunto, un valioso activo regional que se sustenta en los principios y valores compartidos, con el propósito de dar continuidad a nuestros mandatos mediante un programa de trabajo que promueva vínculos efectivos, la cooperación, el crecimiento económico con equidad, justicia social, y en armonía con la naturaleza para un desarrollo sostenible y la integración de América Latina y el Caribe en su conjunto.
5. Acordar para ello, el desarrollo de un programa de trabajo en torno a los siguientes ámbitos y líneas de acción con carácter prioritario:
Cooperación entre los mecanismos regionales y subregionales de integración
Asuntos Económicos
Crisis financiera internacional
Comercio
Energía
Integración física en Infraestructura
Ciencia y tecnología
Desarrollo Social
Programas sociales y erradicación del hambre y la pobreza
Seguridad alimentaria y nutricional
Educación, salud y servicios públicos
Cultura
Migración
Género
Desarrollo Sostenible
Cambio climático
Desastres Naturales
Derechos Humanos
Asuntos de Seguridad
Problema Mundial de las Drogas
88. Las Jefas y los Jefes de Estado y de Gobierno de América Latina y el Caribe expresaron su agradecimiento al Presidente de México por la iniciativa de celebrar la Cumbre de la Unidad de América Latina y el Caribe en la Riviera Maya, México, los días 22 y 23 de febrero de 2010, y manifestaron su gratitud al gobierno y al pueblo mexicanos por la cálida acogida y hospitalidad que facilitaron el resultado exitoso de la Cumbre.
|
REFLEXIONES ATENDIBLES DE OSCAR ARIAS, PREMIO NÓBEL Y PRESIDENTE DE COSTA RICA
Discurso de Óscar Arias Sánchez en la cumbre de Cancún
Tomado de: http://www.vlinea.com/index.php?option=com_content&view=article&id=7448:en-la-cumbre-de-cancun-discurso-de-oscar-arias-sanchez-presidente-de-costa-rica&catid=67:internacionales&Itemid=64
Viernes 26 de Febrero de 2010 19:28 Enviado por Adela Fabra
Excelentísimos Jefes de Estado y de Gobierno de América Latina y el Caribe, amigas y amigos: Ésta es mi última participación en una cumbre internacional. No pretendo despedirme de América Latina ni del Caribe. Los sueños de esta región los llevo atados al centro de mi vida. Pero sí debo despedirme de ustedes, colegas, hermanos, compañeros de viaje. Debo despedirme de este auditorio que resume, en un racimo de voces, las esperanzas de 600 millones de personas, casi una décima parte de la humanidad. Es en nombre de esa estirpe latinoamericana que quiero compartir con ustedes algunas reflexiones. Es en nombre de la prosapia que habita más allá de estas puertas, y que exige de nosotros la osadía de construir un lugar más digno bajo el sol.
A pesar de los discursos y de los aplausos, lo cierto es que nuestra región ha avanzado poco en las últimas décadas. En ciertas áreas, ha caminado resueltamente hacia atrás. Muchos quieren abordar un oxidado vagón al pasado, a las trincheras ideológicas que dividieron al mundo durante la Guerra Fría. América Latina corre el riesgo de aumentar su insólita colección de generaciones perdidas. Corre el riesgo de desperdiciar, una vez más, su oportunidad sobre la Tierra. Nos corresponde a nosotros, y a quienes vengan después, evitar que eso suceda. Nos corresponde honrar la deuda con la democracia, con el desarrollo y con la paz de nuestros pueblos, una deuda cuyo plazo venció hace siglos.
Honrar la deuda con la democracia quiere decir mucho más que promulgar constituciones políticas, firmar cartas democráticas o celebrar elecciones periódicas. Quiere decir construir una institucionalidad confiable, más allá de las anémicas estructuras que actualmente sostienen nuestros aparatos estatales. Quiere decir garantizar la supremacía de la ley y la vigencia del Estado de Derecho, que algunos insisten en saltar con garrocha.
Quiere decir fortalecer el sistema de pesos y contrapesos, profundamente amenazado por la presencia de gobiernos tentaculares, que han borrado las fronteras entre gobernante, partido y Estado. Quiere decir asegurar el disfrute de un núcleo duro de derechos y garantías fundamentales, crónicamente vulnerados en buena parte de la región latinoamericana. Y quiere decir, antes que nada, la utilización del poder político para lograr un mayor desarrollo humano, el mejoramiento de las condiciones de vida de nuestros habitantes y la expansión de las libertades de nuestros ciudadanos.
No se debe confundir el origen democrático de un régimen con el funcionamiento democrático del Estado. Hay en nuestra región gobiernos que se valen de los resultados electorales para justificar su deseo de restringir libertades individuales y perseguir a sus adversarios. Se valen de un mecanismo democrático, para subvertir las bases de la democracia. Un verdadero demócrata, si no tiene oposición, debe crearla. Demuestra su éxito en los frutos de su trabajo, y no en el producto de sus represalias. Demuestra su poder abriendo hospitales, caminos y universidades, y no coartando la libertad de opinión y expresión. Un verdadero demócrata demuestra su energía combatiendo la pobreza, la ignorancia y la inseguridad ciudadana y no imperios extranjeros y conspiraciones imaginarias. Esta región, cansada de promesas huecas y palabras vacías, necesita una legión de estadistas cada vez más tolerantes, y no una legión de gobernantes cada vez más autoritarios. Es muy fácil defender los derechos de quienes piensan igual que nosotros. Defender los derechos de quienes piensan distinto, ése es el reto del verdadero demócrata. Ojalá nuestros pueblos tengan la sabiduría para elegir gobernantes a quienes no les quede grande la camisa democrática.
Y ojalá también sepan resistir la tentación de quienes les prometen vergeles detrás de la democracia participativa, que puede ser un arma peligrosa en manos del populismo y la demagogia. Los problemas de Latinoamérica no se solucionan con sustituir una democracia representativa disfuncional, por una democracia participativa caótica.
Parafraseando a Octavio Paz, me atrevo a decir que en nuestra región la democracia no necesita echar alas, lo que necesita es echar raíces. Antes de vender tiquetes al paraíso, preocupémonos primero por consolidar nuestras endebles instituciones, por resguardar las garantías fundamentales, por asegurar la igualdad de oportunidades para nuestros ciudadanos, por aumentar la transparencia de nuestros gobiernos, y sobre todo, por mejorar la efectividad de nuestras burocracias. Mi experiencia como gobernante me ha comprobado que los nuestros son Estados escleróticos e hipertrofiados, incapaces de satisfacer las necesidades de nuestros pueblos y de brindar los frutos que la democracia está obligada a entregar.
Esto tiene serias consecuencias sobre nuestra capacidad de honrar la segunda deuda que he querido mencionarles, la deuda con el desarrollo. Una deuda que, repito, tenemos que honrar nosotros. Ni el colonialismo español, ni la falta de recursos naturales, ni la hegemonía de Estados Unidos, ni ninguna otra teoría producto de la victimización eterna de América Latina, explican el hecho de que nos rehusemos a aumentar nuestro gasto en innovación, a cobrarle impuestos a los ricos, a graduar profesionales en ingenierías y ciencias exactas, a promover la competencia, a construir infraestructura o a brindar seguridad jurídica a las empresas. Es hora de que cada palo aguante la vela de su propio progreso.
¿Con qué derecho se queja América Latina de las desigualdades que dividen a sus pueblos, si cobra casi la mitad de sus tributos en impuestos indirectos, y la carga fiscal de algunas naciones en la región apenas alcanza el 10% del Producto Interno Bruto? ¿Con qué derecho se queja América Latina de su subdesarrollo, si es ella la que demuestra una proverbial resistencia al cambio cada vez que se habla de innovación y de adaptación a nuevas circunstancias? ¿Con qué derecho se queja América Latina de la falta de empleos de calidad, si es ella la que permite que la escolaridad promedio sea de alrededor de 8 años? Y sobre todo, ¿con qué derecho se queja América Latina de su pobreza si gasta, al año, casi 60.000 millones de dólares en armas y soldados?
La deuda con la paz es la más vergonzosa, porque demuestra la amnesia de una región que alimenta el retorno de una carrera armamentista, dirigida en muchos casos a combatir fantasmas y espejismos. Demuestra, además, la total incapacidad para establecer prioridades en América Latina, una práctica que impide la concreción de una verdadera agenda para el desarrollo. Hay países que sufren conflictos internos, que pueden justificar un aumento en sus gastos de defensa nacional. Pero en la gran mayoría de nuestras naciones, un mayor gasto militar es inexcusable ante las necesidades de pueblos cuyos verdaderos enemigos son el hambre, la enfermedad, el analfabetismo, la desigualdad, la criminalidad y la degradación del medio ambiente. Es lamentable que en esta Cumbre de la Unidad se reúnan países que se arman los unos contra los otros. Y es también lamentable que en esta Cumbre de la Unidad se encuentre ausente el Gobierno de Honduras, cuyo pueblo es víctima del militarismo y no merece castigo, sino auxilio.
Si hace veinte años me hubieran dicho que en el 2010 estaría todavía condenando el aumento del gasto militar en América Latina, probablemente me habría sorprendido.
¿Cómo, después de haber visto los cuerpos destrozados de jóvenes y niños heridos en la guerra, podía esta región anhelar un retorno a las armas? ¿Cómo habría de permitir el dantesco desfile de cohetes, misiles y rifles que pasa frente a pupitres desvencijados, loncheras vacías y clínicas sin medicinas? Algunos dirán que me equivoqué al confiar en un futuro de paz. No lo creo. La esperanza nunca es un error, no importa cuántas veces sea defraudada.
Yo aún espero un nuevo día para América Latina y el Caribe. Espero un futuro de grandeza para nuestros pueblos. Llegará el día en que la democracia, el desarrollo y la paz llenarán las alforjas de la región. Llegará el día en que cesará el recuento de las generaciones perdidas. Puede ser mañana, si nos atrevemos a hacerlo. Puede ser el próximo año, la próxima década o el próximo siglo. Por mi parte, yo seguiré luchando. Sin importar las sombras, seguiré esperando la luz al final del arco iris. Seguiré luchando hasta el día que llegue.
Queridos amigos y amigas. Compartir con ustedes este foro, al igual que muchos otros más, ha sido para mí sumamente honroso y un verdadero privilegio. Esta es mi última cumbre y al decirles adiós, quiero que sepan que en Óscar Arias tendrán siempre a un amigo de verdad.
Muchas gracias.
Óscar Arias Sánchez
|
|