LAS ESCARPIAS MEMORIOSAS DE 1781
UN HOMENAJE A JOSÉ ANTONIO GALÁN

Por: Conrado Alzate Valencia
(Riosucio, Caldas)

Texto presentado al: III Encuentro de Escritores Comuneros Bucaramanga, Santander (Bucaramanga, 3-6 diciembre 2009)(*)
(Cortesía del autor)

De las villas, las aldeas y las campiñas brotaron millares de personas, armadas de palos, viejos fusiles o instrumentos de labranza, que a lo largo de caminos y
veredas se encaminaron a los acontecimientos principales de la masa comunera. Lo que en un principio fue delgada fila de insurgentes se convirtió pronto en
inmensa avalancha humana, sobre la cual flotaba, como una bandera, el sordo rumor de las quejas nunca oídas, de los sufrimientos no comprendidos de los
desheredados, de las viejas frustraciones de un pueblo que marchaba, en apretadas montoneras, en busca de su destino. El río de la revolución acrecentaba
su caudal con las aguas de millares de riachuelos tributarios.
Indalecio Liévano Aguirre

I

 Si buscáis en las viejas escarpias de Guaduas, Cundinamarca, hallaréis mi cabeza vociferante, reclamando la caída de la insolencia  y la vanidad de los
mandatarios españoles, la supresión y rebaja de los impuestos, la libertad de cultivos, el mejoramiento de caminos y puentes, la devolución de los resguardos
y salinas a los indígenas, el acceso de los americanos a los puestos administrativos y la liberación de los esclavos de la mina de Malpaso. La hallaréis enardecida,
agitando a Guaduas, a Honda y Facatativá; abogando por el derecho de los indígenas, de los criollos y el bienestar del pueblo.

La hallaréis sumida en las capitulaciones celebradas entre los delegados reales y los Comuneros, en la misa celebrada en el templo parroquial de Zipaquirá, en
los falsos juramentos y la conducta siniestra del Virrey Manuel Antonio Flórez. La hallaréis diligente, enviando comisionados a Purificación y Neiva, sublevando
la gente de Guarne, de Tumaco, de Casanare y Mérida.                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                       

Hallaréis mi cabeza en las negras escarpias de Guaduas, protestando por los siglos de tiranía española que oscurecieron el cielo y trajeron el caos, que ocultaron
el conocimiento, la lengua y los templos indígenas. Siglos que vejaron y mataron a los esclavos negros que vinieron de tierras lejanas, que les quitaron sus dioses
, su danza y sus mágicos cantos. Siglos que le arrebataron la paz, la prosperidad y la abundancia a estos campos verdes de mis antepasados.

La hallaréis discurriendo sobre las sendas de la libertad, encendiendo con Juan Francisco de Berbeo, con Salvador Plata, con Antonio Monsalve, con Francisco
Rosillo, con Lorenzo Alcantuz, con Isidro Molina y Manuel Ortiz el volcán de fuego de la insurrección. La oiréis hablando con emoción del edicto que rompió
Manuela Beltrán en la ciudad del Socorro, el 16 de marzo de 1781, con la consigna de “viva el Rey y muera el mal gobierno”. La hallaréis discurriendo sobre la
cobardía del régimen y la guerra fratricida de la Corona con la Gran Bretaña.      

II

Si miráis las escarpias sangrientas del Socorro, veréis el poder ígneo de mi mano derecha, levantada como una lanza o un arcabuz, agitando millares de hombres
contra el arzobispo don Antonio Caballero y Góngora, contra el oidor don Joaquín Vasco y el Alcalde don Eustaquio Galavís -oscuros comisionados de
la autoridad del Virreinal-.

III

En las crueles escarpias de San Gil, está mi mano izquierda como una bandera de fuego y sangre, recordándole al pueblo el precio de la revolución, de libertad
y los derechos del hombre. En ellas está una parte de mi cuerpo desmembrado por las ciegas autoridades virreinales. 

IV
Si detenéis tu mirada en las escarpias infames de Charalá, mi amada tierra, donde los espíritus dañosos de la pobreza, de soledad y la nostalgia son conjurados
con el humo del tabaco,  percibiréis mi pie derecho aún marchando hacia la capital del Virreinato, tras el Regente Gutiérrez de Piñeres. Lo percibiréis delante de
los que han fortalecido la conciencia americana como Manuela Beltrán y Antonia Santos, de los indígenas, de los esclavos e insurrectos.      

V

Y Mogotes, ubicada en un apacible valle de los Andes, desde sus balcones coloniales, te mostrará con abominación los clavos malditos que sujetaron mi pie izquierdo.
Te mostrará con orgullo la paz, el desarrollo y la gobernabilidad que promulga su Constituyente.              

VI

Las negras escarpias de Santander, te dirán que fui traicionado por los mismos jefes de la revolución, que mi casa fue asolada y sembrada de sal, que mis bienes
fueron confiscados y mi descendencia maldecida. Te contarán que las cabezas de mis compañeros fueron expuestas en jaulas de hierro para horror de humildes y
polvorientos caminantes. 

Pero también te dirán que mi nombre fue incluido en las páginas  de la historia, que las generaciones me ven como ejemplo y me llaman fuerza, revolución, volcán, jefe,
dirigente o líder de las insurrecciones antirreformistas y antifiscales de América. Que mi muerte y la de Lorenzo Alcantuz, de Isidro Molina, de Manuel Ortiz, están
escritas con tinta indeleble en el libro de los mártires, al lado de Sócrates, de Hipatia, de Cristo, de Tomás Moro, de Savonarola, de Giordano Bruno, de  Manuela
Beltrán, de Antonia Santos, de Antonio Ricaurte, de Francisco José de Caldas, de Policarpa Salavarrieta, de Antonio José de Sucre, de André Chenier, de José Riza
l y Federico García Lorca. Y a propósito de Rizal, cantad conmigo las mágicas perlas de su adiós:

En campos de batalla luchando con delirio
otros te dan sus vidas, sin dudas, sin pesar,
el sitio nada importa: ciprés, laurel o lirio,
cadalso o campo abierto, combate o cruel martirio,
lo mismo es, si lo piden la Patria y el hogar.
Mi patria idolatrada, dolor de mis dolores (…)
Voy a donde no hay esclavos, verdugos ni opresores,
donde la fe no mata, donde el que reina es Dios.
¡Adiós padres, hermanos, trozos del alma mía,
amigos de la infancia en el perdido hogar:
dad gracias que descanso del fatigoso día!

Las escarpias oxidadas de Santander te contarán que aún sigue vivo el mensaje de los Comuneros, que su sangre  aún corre por las venas de los hombres que luchan
sin cesar contra la tiranía de los gobiernos, contra los planes siniestros del capitalismo, de la globalización y los transgénicos; que aún corre por las venas de los hombres
que tienen un compromiso con la sociedad, con la preservación del planeta, con el amor, con la solidaridad, con la tolerancia y el respeto por todos los seres y las cosas
del universo. Te recordarán que la sangre de los valientes Comuneros aún corre por los riachuelos de vuestro corazón, propugnando por identidad de los pueblos; que es
urgente valorar más lo que somos, lo que tenemos y valemos, pues si nos amparamos con el escudo de la identidad, podemos vencer los peligros que acechan las culturas.
Recordad que “Sólo nos hace daño aquello que niega lo que somos”.          

Te dirán que Santander es la historia del país, que ha mucho ella reconstruyó mis huesos, mi carne y mis nervios, que puso en mis labios estas sencillas palabras que hoy
pronuncio con alegría en este Encuentro Universal de Escritores, donde los creadores darán a conocer al mundo lo que la observación, la sicología, la intuición, la
imaginación, el misterio y la belleza les ha dictado con espontaneidad.

Las históricas escarpias de Santander te dirán seguramente, hermano, que el ángel de este departamento hizo un cielo cálido como el sueño de los niños, una tierra feraz
de palmas, de café, de tabaco, de cacao y olorosas piñas, de célebres escritores y prohombres que siembran árboles de luz para iluminar el continente de los Chibchas,
de los Incas, de los Mayas, de los Aztecas y Toltecas.         

(*) III ENCUENTRO DE ESCRITORES COMUNEROS BUCARAMANGA, SANTANDER

Agradecimiento de los convocantes

Tomado de: http://todoismo.blogspot.com/2009/12/todoismo-presente-en-el-iii-encuentro.html

Del 3 al 6 de diciembre de 2009


Bella estampa de la Catedral de Bucaramanga frente al Parque Santander. La ciudad lucía verde y alegre para el Tercer Encuentro Universal de Escritores Comuneros
HERMANOS POETAS:

Con los apuros propios de volver a una realidad que nos torna angustiosos y nostálgicos, quise no dejar pasar un minuto más para expresarles mis sentimientos de gratitud por
su generosa presencia en tierras comuneras. Su palabra hecha poesía, ha impregnado los corazones de los Santandereanos que en Bucaramanga, Floridablanca, Girón,
Piedecuesta, Sangil, Socorro y en el mismo Cañón del Chicamocha, recibieron el esperanzador mensaje de que aún hay una oportunidad para retomar el verdadero rumbo
de la humanidad, que no puede ser otro que la FELICIDAD... único bien que admite REPARTO POR IGUAL!!!

Del 4 al 6 de Diciembre, aunque llegados desde antes: Los escritores Santandereanos tomaron de sus experencias para consolidar sus propios proyectos literarios en esos
momentos de abrazo fraternal de inicio del evento, en el que depositando nuestras banderas, fragmentos de nuestros suelos en las muestras de tierra que ustedes trajeron,
vestidos de típico compromiso y en compañía del Cristo aborígen venido desde Río Ceballo, Córdoba - Argentina, momento en el que pedimos QUE NO SE PRETENDA
MAS INCENDIAR NUESTRAS FONTERAS, PORQUE SOMOS HERMANOS PARA SIEMPRE y en esos intimos encuentros con la palabra que fueron la lectura
de ponencias en la Casa de la Cultura Custodio García Rovira de Bucaramanga, donde tambien sus obras fueron expuestas en la primera muestra de la palabra y el encuentro
en el jardín botánico de Floridablanca, los escritores nuestros hoy saben que hay una misión a partir de esos momentos pocas veces ocurridos con el espíritu que nos convocó.
Los ciudadanos Bumangueses de pronto se vieron invadidos de poesía en el Parque Santander y se aglutinaron en torno de su mágica convocatoria para dejarse impregnar de
su mensaje como nunca había ocurrido.

Los universitarios a los que sus mensajes limpios les cautivaron su joven corazón, hoy saben que la poesía puede SALVAR LA PATRIA. Las niñas que han sufrido procesos
de violencia y que el hogar Teresa Total de Floridablanca, les rehabilita, al igual que las niñas en situación jurídica recluídas en Hogares Clareth, en Piedecuesta y los
colombianos privados de la libertad en el Centro penitenciario de San Gil, aprendieron que la poesía es terrenal y que ellas y ellos la pueden hacer como en los talleres ustedes
les enseñaron. Los habitantes de los barrios populares Villa Claver y Villanueva en Floridablanca y Piedecuesta entendieron que la poesía es un hecho abierto y evangelizador,
porque hombres y mujeres venidos de paises lejanos, de departamentos lejanos y del mismo Santander, no tienen reparo de ir a un punto de encuentro para hacer comunión
poética con ellos Los vistantes de bohemias, saben hoy que café Pushkin y Kussi Huayra en piedecuesta son una apuesta decidida a propuestas poéticas a partir de lo ocurrido
en sus entrañas, poesía que preña de propuestas y que invita al sano esparcimiento Los turistas del Chicamocha saben hoy que al paisaje y a la historia, se le puede dar
pinceladas poéticas, porque la poesía es un hecho vivo... en favor de la vida y la identidad y por ello en el museo Guane, en el monumento a la Santandereanidad, se aglutinaron
para asumir un recital que no se esperaban porque nunca había sucedido. La Casa de la Cultura de San Gil y de Girón, se iluminaron porque nunca pasó que tanto poeta
hermanado y venidos allende las fronteras de tierras libertarias entrara en sus recintos en un solo eterno momento. La casa del Libro Total registró para siempre sus voces,
que navegarán hasta el confin de los tiempos para que sus creaciones jamás se pierdan en la noche de la historia. Y lo que seguro es de común opinión... la luna que nos
acompañó en las mágicas noches de recital en los parques de Girón y Socorro, cada vez que ilumine a los paisanos, comuneros, habitantes de estos dos hermosos pueblos,
les harán recordar que como nunca antes, UN ESCUADRON DE LA VIDA, CON LISTAS BLANCAS EN MANO, BUSCARON HOMBRES Y MUJERES
NECESITADOS DE LA PRÉDICA RENOVADORA capaz de ahuyentar las sombras de la violencia y la muerte cotidiana... ellos sin que se los digamos serán
mensajeros de paz, que pregonen QUE MIENTRAS HAYA POETAS, PERO SOBRE TODO, MIENTRAS HAYA POESÍA, como cada momento la hubo en
cada hecho provocado por ustedes, HABRÁ UN MOTIVO PARA ASUMIR QUE LOS ANHELOS NO ESTÁN PERDIDOS Y QUE HAY GENTE CAPAZ
DE REVERDECERLOS... ustedes!!!

GRACIAS POR ATENDER MI LLAMADO, gracias por irse con el espíritu comunero, es decir, gracias por haberse llevado en sus corazones lo mejor de Colombia...
EL AMOR DESPREVENIDO DE SUS GENTES, que ustedes en persona pudieron sentir. Sé con convicción absoluta, que hoy tienen otra percepción, AUNQUE
COLOMBIA ES UNA PATRIA HERIDA... RENUNCIA A MORIR, porque ustedes SON SANADORES y nuestro pueblo, desde la tierra comunera SEGUIRÁ
PROPONIENDO REBELDÍAS NECESARIAS PARA NO DEJARLA MORIR, pues es nuestra oración el bello fragmento del poema inaugural, obra del maestro
Ochoa, La Oración del Arriero: "Tierra Santanderena, descalzo mis cotizas para entrar en tu historia... tienes tanto heroísmo, que bastaría el Socorro PARA HACER
OTRA PATRIA SI COLOMBIA MURIERA".

Un abrazo comunero, cómplice e interminable en nombre de la FUNDACION PAIS SIN FRONTERAS (RUBY, HILDA, ANA JULIA, LEYDA, EDWING,
ALVARO), Y DE HENRY, AMPARO, HECTOR, FREDDY, NELSON, CLARA, MÓNICA, JAVIER FELIX, LUCHO, LEYDI, JULIO, JAVIER
VALLARINO, ESOS LOCOS IREDUCTIBLES A LA HORA DE DEFENDER EL ARTE COMO SALIDA APACIBLE Y JUSTA, AL DRAMA DE LA
HUMANIDAD. NI UN PASO ATRÁS!!! Nos vemos en un año... si es que sobrevivimos a tanta pena.

HERNANDO ARDILA GONZÁLEZ (Nando), Director III Encuentro Universal de Escritores en Santander, VUELVEN LOS COMUN
EROS