DEL ATREVIDO DIABLO DEL CARNAVAL DE RIOSUCIO 2015, EL DIABLO DE ESTE AÑO: UNA ALEGORÍA DEL ANTIGUO
Riosucio rezuma historia hasta por los poros. Por donde quiera que se mire esta ciudad siempre se encontrará con facetas del pasado, pero no como evocación nostálgica sino como un componente estructural del tejido social y un valioso elemento de diferenciación con el resto de municipios del país. Por ejemplo, en el Carnaval de este año el Diablo, figura principal de la fiesta, sufrió una transformación atrevida. Apartándose de la iconografía tradicional, tan primorosamente trabajada por el artista Gonzalo Díaz, Su Majestad no figuró de color rojo sino dorado y no entró a la plaza de pie ni sentado sino cabalgando sobre un toro. Tal vez desde su aparición como figura de bulto hace cien años el Diablo no aparecía montado sobre algo… o alguien, pues en esa ocasión, por 1915, el primer Diablo esculpido fue cargado en una silleta en las espaldas de don Octaviano Vanegas, tronco de una ilustre familia carnavalera. Además de este aspecto, el Diablo dorado montado en un toro, confeccionado por el joven Gustavo Carmona, quien venía librando desde hace unos años una ardua cruzada por renovar la estética del emblema del Carnaval, entronca con una de las más antiguas leyendas de la Vega de Supía, referente a la manera que se tenía en el siglo XVI de sacar al camino real las cargas de oro de la profundidad de los cañones donde quedaban las minas en el sitio de Quiebralomo, medianero entre los actuales Riosucio y Supía: “un buey que subía de aquellas honduras cargado de oro, que para este ministerio lo tenían”, según un relato del siglo XVIII. Como se puede apreciar, lejos de ser una innovación graciosa, el Diablo dorado montado en un toro del Carnaval de 2015 constituye, según criterio del suscrito, una acertada alegoría de esta antigua escena que se repetía cotidianamente en Quiebralomo y que le dio el nombre a este afamado Real de Minas, fundado en 1540 y lugar donde, justamente, hunden sus raíces las carnestolendas riosuceñas. Luis Javier Caicedo 7 de enero de 2015 ORIGEN DEL NOMBRE DE QUIEBRALOMO
MUESTRA DE PLEGABLES DE LAS CUADRILLAS 2015 Cada año las cuadrillas, que son el alma del Carnaval de Riosucio, reparten durante el desfile del domingo de Carnaval plegables o folletos con las letras de tres canciones que han escrito especialmente para la ocasión, utilizando la pista musical de canciones conocidas. Culminado el desfile, las cuadrillas interpretan sus canciones alternadamente en los proscenios ubicados en la Plaza de Abajo (La Candelaria) y en la Plaza de Arriba (San Sebastián) del Municipio. Durante el desfile los espectadores recogen el mayor número de plegables para seguir las canciones en los proscenios. Al final del domingo, en cada hogar riosuceño se guarda el fajo de plegables. La presente muestra de 14 carátulas corresponde a los plegables recogidos en el hogar de don Efraín Bañol y doña Miriam Aguirre, quienes hacen parte de una familia carnavalera más amplia, conocida como Los Pavos.
UN PEQUEÑO MATACHÍN DE RIOSUCIO Un pequeño matachín de Riosucio es el libro que presentará Álvaro Gärtner hoy a las 7:00 de la noche en el Teatro Cuesta de Riosucio. La obra editada por la nueva Editorial Pispirispis, que debuta con este libro, está escrita para la preservación de las tradiciones cultural del municipio, invita a ser compartida entre padres e hijos, para llevar a través de la narración, lúdica y pedagógica, la historia y los secretos rituales del Carnaval de Riosucio. GRAFITI “NUESTROS DEMONIOS” PINTADO EN LA CALLE 5ª CON CARRERA 7ª, CERCA A LA PLAZUELA. ENERO DE 2015. AUTOR: ZANCUDO Y OTROS (?)
LEY Nº 1736 DE 2014 (21 DE NOVIEMBRE), QUE DECLARA EL CARNAVAL DE RIOSUCIO COMO PATRIMONIO CULTURAL Y ARTÍSTICO DE LA NACIÓN
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