DECRETO CONMEMORATIVO Y DEBATES

EN EL CONGRESO GENERAL DE MÉXICO

 

NOTA: En México denominan Decreto lo que en Colombia llamamos Ley.

 

DIARIO OFICIAL Viernes 16 de junio de 2006

 

DECRETO

por el que se declara al año 2010 como Año del Bicentenario del inicio del movimiento de

Independencia Nacional y del Centenario del inicio de la Revolución Mexicana y se crea la Comisión Organizadora

de dicha Conmemoración.

 

Al margen un sello con el Escudo Nacional, que dice: Estados Unidos Mexicanos.- Presidencia de la

República.

 

VICENTE FOX QUESADA, Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, a sus habitantes sabed:

 

Que el Honorable Congreso de la Unión, se ha servido dirigirme el siguiente

 

DECRETO

 

"EL CONGRESO GENERAL DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS, DECRETA:

 

SE DECLARA AL AÑO 2010 COMO "AÑO DEL BICENTENARIO DEL INICIO DEL MOVIMIENTO DE

INDEPENDENCIA NACIONAL Y DEL CENTENARIO DEL INICIO DE LA REVOLUCIÓN MEXICANA" Y SE CREA LA

COMISIÓN ORGANIZADORA DE DICHA CONMEMORACIÓN.

 

ARTÍCULO PRIMERO.- El Honorable Congreso de la Unión declara al año 2010 como "Año del

Bicentenario del inicio del movimiento de Independencia Nacional y del Centenario del inicio de la Revolución

Mexicana".

 

ARTÍCULO SEGUNDO.- Se crea la Comisión Organizadora de la Conmemoración del Bicentenario del

inicio del movimiento de Independencia Nacional y del Centenario del inicio de la Revolución Mexicana,

responsable de preparar un Programa Base que contenga la relación de eventos, acciones, expresiones,

homenajes, calendarios cívicos, conmemoraciones y demás proyectos recomendables en todo el país, para

llevarse a cabo desde la entrada en vigor del presente Decreto y hasta el último día del año 2010.

 

ARTÍCULO TERCERO.- La Comisión a que se refiere el artículo anterior, la integrarán el Presidente de los

Estados Unidos Mexicanos, o quien éste designe, quien fungirá como Presidente de la Comisión; el

Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, o quien éste designe, y los Presidentes de las

Cámaras de Diputados y Senadores, o a quien éstos designen, quienes fungirán como Secretarios de la

Comisión. Asimismo, formará parte el Jefe de Gobierno del Distrito Federal, o a quien éste designe.

Los funcionarios que integren dicha Comisión tendrán carácter honorífico.

 

ARTÍCULO CUARTO.- El Programa Base deberá definir:

 

I. El calendario de actos y demás expresiones conmemorativas que deberán efectuarse en el país;

 

II. Las tareas indicadas en el Artículo Segundo, con el mayor detenimiento, para facilitar su realización, en

los ámbitos federal, estatal, municipal e internacional;

 

III. Los grupos de la población, tomando en cuenta la integración pluricultural de la nación para que la

organización y realización de los festejos sean incluyentes de toda la sociedad mexicana y los mexicanos en

el exterior;

 

IV. Los estudios, obras e investigaciones de naturaleza histórica, artística, científica de prospectiva,

política económica o social que, a lo largo de las conmemoraciones, se considere necesario fomentar, que

aporten elementos para la planeación y la toma de decisiones públicas, sociales y privadas, con fundamento

en principios democráticos, de justicia y solidaridad;

 

V. Las medidas y estímulos de todo orden o de cualquier otra índole que coadyuven en la realización de

las acciones o eventos calendarizados; y

 

VI. Las demás actividades, obras o expresiones que den realce a los dos hechos históricos a que se

refiere este decreto.

 

Viernes 16 de junio de 2006 DIARIO OFICIAL

 

ARTÍCULO QUINTO.- La Comisión se auxiliará por un Consejo Asesor, que tendrá como funciones:

 

I. Precisar la metodología específica que deberá ser empleada en forma uniforme para los estudios de

prospectiva que se señalan en el Artículo Cuarto y que serán propuestos a nivel municipal, estatal y federal;

 

II. Auxiliar en la preparación, organización, promoción y coordinación del Programa Base y en el enlace

con los Poderes de la Unión, Entidades Federativas, Municipios y organismos de la sociedad civil;

 

III. Sugerir líneas de trabajo e investigación, y

 

IV. Reflejar la opinión y sentir de los distintos sectores de la sociedad.

 

De igual manera, se auxiliará por un Consejo Asesor Internacional para organizar, dar cabida participativa

y motivar a los mexicanos en el exterior y a la comunidad internacional para el festejo de estos eventos.

 

ARTÍCULO SEXTO.- La Comisión expedirá su reglamento interno y el de sus respectivos Consejos.

 

ARTÍCULO SÉPTIMO.- Para el desempeño de las labores correspondientes a la Comisión, el Titular del

Poder Ejecutivo Federal podrá determinar la entidad o dependencia dentro de las ya existentes de la

Administración Pública Federal que corresponda, para la coordinación ejecutiva de los programas y

calendarios que acuerde la Comisión.

 

La Comisión y la entidad o dependencia determinada, coordinarán sus actividades con los gobiernos de

las entidades federativas y de los municipios, así como con las instituciones educativas, culturales y cívicas

del país y con los organismos representativos de los sectores privado y social.

 

TRANSITORIOS

 

PRIMERO.- El presente decreto entrará en vigor al día siguiente al de su publicación en el Diario Oficial

de la Federación.

 

SEGUNDO.- La Comisión Organizadora deberá quedar instalada durante los quince días siguientes a la

entrada en vigor del presente Decreto.

 

TERCERO.- El Consejo Asesor y el Consejo Internacional deberán quedar instalados dentro de los tres

meses siguientes a la entrada en vigor del presente Decreto.

 

CUARTO.- La Comisión Organizadora expedirá y publicará el programa Base dentro de los seis meses

siguientes a la entrada en vigor del presente Decreto.

 

QUINTO.- La Comisión Organizadora expedirá y publicará su reglamento dentro de los seis meses

siguientes a la entrada en vigor del presente Decreto.

 

SEXTO.- El Ejecutivo Federal preverá los medios presupuestarios necesarios para el cumplimiento del

presente Decreto.

 

SÉPTIMO.- La Comisión Organizadora cesará en sus funciones el 31 de diciembre del 2010.

 

México, D.F., a 22 de marzo de 2006.-

 

Dip. Marcela González Salas P., Presidenta.-

Sen. Enrique Jackson Ramírez, Presidente.-

Dip. Patricia Garduño Morales, Secretaria.-

Sen. Sara I. Castellanos Cortés, Secretaria.-

Rúbricas."

 

En cumplimiento de lo dispuesto por la fracción I del Artículo 89 de la Constitución Política de los Estados

Unidos Mexicanos, y para su debida publicación y observancia, expido el presente Decreto en la Residencia

del Poder Ejecutivo Federal, en la Ciudad de México, Distrito Federal, a los ocho días del mes de junio de dos

mil seis.-

 

 Vicente Fox Quesada.- Rúbrica.-

 El Secretario de Gobernación, Carlos María Abascal Carranza.-Rúbrica.

 

 

ANEXO

 

ANTECEDENTES DEL DECRETO BICENTENARIO MEXICANO

 

 

 

 

 

 

 

 

 

dictámenes de Primera Lectura

De las Comisiones Unidas de Gobernación; y de Estudios Legislativos, Segunda, el que contiene proyecto de decreto que declara al año 2010 como "Año del Bicentenario de la Independencia Nacional y del Centenario de la Revolución Mexicana" y crea la Comisión Organizadora de su Conmemoración.

 

CON DISPENSA DE SEGUNDA LECTURA, FUE PUESTO A DISCUSIÓN. INTERVINO EL SEN. RAYMUNDO GOMEZ FLORES, PRI, QUIEN PRESENTO PROPUESTAS DE MODIFICACION A LOS ARTICULOS 4º Y 5º DEL PROYECTO, MISMAS QUE FUERON APROBADAS. EL DICTAMEN MODIFICADO FUE APROBADO POR 78 VOTOS; 3 ABSTENCIONES. SE TURNO A LA CAMARA DE DIPUTADOS.

 

COMISIONES UNIDAS DE GOBERNACIÓN,


Y DE ESTUDIOS LEGISLATIVOS, SEGUNDA

HONORABLE ASAMBLEA:

A las Comisiones Unidas de Gobernación y de Estudios Legislativos, Segunda, fue turnada para su estudio y dictamen, la iniciativa que contiene Proyecto de Decreto que declara al año 2010 como "Año del Bicentenario de la Independencia Nacional y del Centenario de la Revolución Mexicana" y crea la comisión organizadora de su conmemoración, presentada por los Senadores Omar Raymundo Gómez Flores, Jesús Enrique Jackson Rodríguez y Tomás Vázquez Vigil, por sí y a nombre del Grupo Parlamentario del Partido Revolucionario Institucional.

Recibida la propuesta de iniciativa por las Comisiones mencionadas, sus integrantes entraron a su estudio con la responsabilidad de considerar lo más detalladamente posible su contenido y analizar los fundamentos esenciales en que se apoya, para proceder a dictaminar conforme a las facultades que les confieren los artículos 86, 89, 94 y demás relativos de la Ley Orgánica del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos, así como 56, 60, 65, 87, 88, 93 y demás concordantes del Reglamento para el Gobierno Interior del Congreso General. Con base en lo anterior, formulan el presente dictamen, al tenor de los siguientes:

 

I. ANTECEDENTES

 

I. En Sesión Plenaria del 2 de septiembre de 2004, se presentó por lo senadores mencionados con anterioridad, la iniciativa con proyecto de decreto que declara al año 2010 como "Año del Bicentenario de la Independencia Nacional y del Centenario de la Revolución Mexicana" y crea la comisión organizadora de su conmemoración.

II. La iniciativa fue turnada a las Comisiones Unidas de Gobernación y de Estudios Legislativos, Segunda, del Senado de la República para su estudio y dictamen correspondiente.

 

II. CONTENIDO DE LA INICIATIVA

 

La exposición de motivos de la iniciativa que aquí se dictamina, establece entre otros argumentos lo siguiente:

a) Que la independencia de un pueblo es un hito importante, con frecuencia el mayor, que puede ocurrir en su historia y marca su nacimiento como nación soberana.

b) Que la conmemoración anual es efemérides que reafirma y vigoriza los principios que le dieron vida, así la independencia se vuelve piedra angular de los valores de libertad, civismo, identidad Nacional, cultura y orgullo de origen.

c) Al cumplir uno o más siglos, los países realizan conmemoraciones durante años completos, llenos de evocaciones, exaltación de virtudes ciudadanas, monumentos, obras magnas, renovación del credo patrio y ajustes de fondo al proyecto de vida nacional.

d) Que estas celebraciones, provocan efectos de trascendencia cívica, política, económica, social y cultural que bajo la óptica moderna, solidifican la identidad nacional, ante la globalización y transculturización; animan reformas estructurales transcendentes y, a veces, inaplazables; permiten obras de infraestructura y/o de ornato conmemorativo y duradero; generan inversiones nacionales y extranjeras, que pueden ser muy cuantiosas; atraen turismo que deja fuertes y a veces enormes derramas económicas; producen empleos, despiertan creatividad y son tranquilizantes sociales; incrementan lazos de sangre con los connacionales que viven en el exterior; dinamizan relaciones internacionales, de amistad e intercambio de todo tipo y; reafirman valores nacionales y virtudes, sobre todo en provecho de la juventud.

 

e) Se da lugar a programas de acción, elaborados con tiempo, esmero, fervor y visión, para generar frutos inmediatos y sustentables de patriotismo, unidad nacional, respeto por la historia, florecimiento cultural; y también de más justicia social, mejores niveles de educación, salud, distribución del ingreso, bienestar social, etc.

 

f) Las conmemoraciones de centenarios se preparan, a veces, con más de una década de anticipación e incluyen obras públicas, satisfacción de urgencias sociales, monumentos, fomento intensivo de inversiones privadas, obras sociales, eventos culturales y deportivos, revisiones y actualizaciones legislativas y administrativas, modernización de sistemas de gobierno, concursos diversos, ediciones y emisiones conmemorativas, motivaciones cívicas y reconocimientos extraordinarios, por citar lo más destacable.

 

g) Que celebrar dos siglos de la independencia y uno de la revolución, no es cosa que deba pasar desapercibida, y justamente las conmemoraciones que se proponen, dan pie a que el espíritu patrio una voluntades, forme una nueva conciencia nacional, se nutra con los valores de la historia, abreve en los ejemplos de los hombres que han construido el andamiaje social, económico, cultural y ciertamente, político del país.

 

h) Que es momento de empezar a organizar los dos magnos aniversarios, preparando un programa acorde a la dignidad nacional, completamente incluyente y participativo, en cuya elaboración coincidan los tres poderes de gobierno, los tres niveles administrativos, los sectores privado y social, las organizaciones culturales, deportivas y todas aquellas otras que puedan contribuir a elevar el nivel celebracional del pasado histórico y de la prospectiva del mañana que queremos.

 

i) Que es imperativo e inaplazable que, con vanguardismo social, el Congreso de la Unión promueva una iniciativa de decreto, declarando 2010 como "Año del Bicentenario de la independencia Nacional y del Centenario de la iniciación de la Revolución Mexicana."
Establecidos los antecedentes y el contenido de la iniciativa en estudio, se elabora el dictamen correspondiente con base en los siguientes:

 

III. CONSIDERANDOS

 

Conforme a lo establecido en el artículo 72 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, el Congreso de la Unión tiene facultad para expedir leyes o decretos.

 

La Iniciativa de Decreto que aquí se dictamina, tiene por objeto declarar al año 2010 como "Año del Bicentenario de la Independencia Nacional y del Centenario de la Revolución Mexicana" y crea la comisión organizadora de su conmemoración.

 

Los dos acontecimientos a conmemorar tienen un común denominador: la lucha del pueblo por su soberanía.

 

El 16 de septiembre de 1810 no es para los mexicanos solamente una etapa cronológica, sino una fecha que ha quedado grabada en la historia de México y en el corazón de sus hijos, porque marca la iniciación del movimiento que habría de dar a nuestro país Independencia y Libertad.

 

De eso estamos muy conscientes las actuales generaciones, porque fue el día en que empezó el nacimiento heroico y glorioso de nuestra patria soberana, la patria que no sólo nos ha dado cobijo y amparo, sino también la oportunidad de tener, además de un espacio geográfico, una identidad y una cultura que conservar y engrandecer para así heredarlas a nuestros descendientes, tal y como con todo el amor y fervor nosotros la recibimos de nuestros antepasados.

 

Es por ello que debemos celebrar el Bicentenario del inicio de nuestra Independencia con dignidad y orgullo, pero sin ver este acontecimiento como algo del pasado que tiende a borrarse de nuestra memoria, sino como un hecho actual que está representado por la libertad de que gozamos; el no sometimiento al dominio de potencias o gobiernos extranjeros; en una soberanía nacional que nos permite determinar nuestro propio destino como país; como la potestad de crear las mejores instituciones republicanas para gobernarnos y convivir democráticamente; para proteger una sociedad en la que se respeta la pluralidad y la diversidad, así como una actitud solidaria con todas las naciones que, como la nuestra, también tienen los mismos anhelos de justicia y paz.

Bien lo decía en este mismo recinto, el pasado 17 de marzo, el Senador Jorge Zermeño Infante, quien a propósito de don Benito Juárez, nos hizo ver que "la nación mexicana es de todos. El país nos pertenece a todos por igual, y la historia patria está matizada de una multitud de colores".

 
"Quienes han hecho grandes aportaciones al desarrollo político, económico, cultura y social, son héroes y son próceres de la nación", añadió y sostuvo que "es momento idóneo para dejar atrás diferencias en interpretaciones dogmáticas y maniqueas de la historia. Es momento de cerrar viejas heridas, ciertas o inciertas, sobre los momentos que se vivieron en el Siglo XIX".


Y también anotó algo que no debe soslayarse: "Las nuevas generaciones de mexicanos están deseosas de conocer la historia de la nación de manera objetiva".

"Superar viejos enconos, superar divisiones maniqueas de buenos y malos... es un reto que tenemos en el México de ahora, para vernos todos como mexicanos, orgullosos de nuestros valores, orgullos de nuestra estirpe de una nación multicultural y multiétnica a la cual pertenecemos todos los mexicanos de cualquier clase social, raza, credo político o pensamiento".

 

Estas palabras nos permiten entender cuál es el valor de nuestra herencia histórica y cuál es su impacto en el presente. Con ello también nos queda claro por qué debemos honrar a los héroes que lucharon por la Independencia de México hasta lograrla, así fuera a costa de su vida.


También entendemos por qué han pasado a la inmortalidad próceres como Miguel Hidalgo, José María Morelos y Pavón, Ignacio Allende y Juan Aldama, así como mujeres, entre las que destacan doña Josefa Ortiz de Domínguez y doña Leona Vicario, y muchos otros más, que están en los altares de la patria.

 

Todos ellos hicieron su parte en los momentos que nuestro naciente país se los demandó, como parte de un proceso libertario que se radicalizó al cumplirse el tercer siglo de la dominación española. Las ideas de libertad, independencia, igualdad y justicia agitaban entonces las mentes, sobre todo de criollos y mestizos, quienes estaban en contra de la explotación, iniquidades y privilegios de los peninsulares, mientras los indígenas vivían en condiciones similares a las de los esclavos traídos de África y el Caribe. Así, se generó un movimiento independentista, nutrido por los principios de la Revolución Francesa y alentado con los ejemplos de la independencia de Estados Unidos (1776) y la de Haití (1804).

 

La búsqueda de la independencia entre los mexicanos se radicalizó tras la invasión napoleónica a España en 1808 y la anarquía derivada de la abdicación del rey Carlos IV y de que Fernando VII renunciara al trono español a favor de Napoleón, quien nombró rey de España a su hermano José Bonaparte.

 

Fue una lucha larga y sangrienta para los mexicanos, en la cual Hidalgo, Morelos y otros próceres perdieron la vida, pero su sacrificio no fue estéril, México era ya dueño de su propio destino, era libre e independiente.

 

Por eso hoy la patria los tiene presentes y nosotros, sabremos honrar su memoria, al conmemorarse el Bicentenario de la Independencia Nacional.

 

 

CENTENARIO DE LA REVOLUCIÓN MEXICANA

 

 

De la misma manera, en el año 2010 habrá de celebrarse el Centenario de la Revolución Mexicana, que es también otro de los grandes acontecimientos que han transformado a la nación mexicana.


A un siglo de haberse iniciado la Revolución de 1910 iniciada por Francisco I. Madero, Emiliano Zapata y Francisco Villa, entre otros, todavía puede sentirse el impulso renovador de este movimiento social, pero ya no con la violencia de las armas, sino por la vigencia de las instituciones que se generaron en un largo proceso que pasó de los gobiernos de caudillos y militares, al de los civiles, gracias a un sistema electoral y un sistema de partidos, que cada vez se perfecciona más.


La Revolución estalló en 1910 como un movimiento del pueblo en recuperación de su soberanía, ya que la dictadura de Porfirio Díaz había concentrado el poder económico y político en muy pocas manos; había cerrado los caminos de superación de las personas y las comunidades, y había cancelado las libertades individuales.

 

Francisco I. Madero y quienes lo siguieron demandaban que las libertades y los derechos políticos fueran efectivos; que no se persiguiera a quienes deseaban elecciones libres; como respuesta, el dictador Porfirio Díaz, quien llevaba 30 años en el poder, volvió a reelegirse y nulificó el voto libre. Madero, con el apoyo de buena parte de la población, sólo tuvo como única salida llamar al levantamiento armado.

 

Así, se suscribió el Plan de San Luis en donde se desconocía al Gobierno de Porfirio Díaz, así como a todas las autoridades cuyo poder debían dimanar del voto popular, porque además de no haber sido electas por el pueblo, habían perdido los pocos títulos que podían tener de legalidad, cometiendo y apoyando, con los elementos que el pueblo puso a su disposición para la defensa de sus intereses, el fraude electoral más escandaloso que registraba la historia de México.

 

La Revolución Mexicana, como expresión de una sociedad que exigía grandes cambios en todos los órdenes, se nutrió con el sacrificio de Aquiles Serdán, con la lucha de los hermanos Flores Magón por la justicia; con la demanda de "tierra y libertad" de Emiliano Zapata plasmadas en el Plan de Ayala; con el espíritu justiciero de Francisco Villa, y con la lucha por la soberanía nacional de Venustiano Carranza.

 

La Revolución Mexicana acabó con el autoritarismo y las estructuras del poder creadas durante el porfiriato para edificar un país soberano, en el que prevalezca el orden, la paz social y la libertad.


Es por todo lo anterior, que estas Comisiones Dictaminadoras coinciden con los proponentes al afirmar que no podemos dejar pasar estas fechas tan significativas para nuestro país, por lo que es momento de empezar a organizar los dos magnos aniversarios, preparando un programa acorde a la dignidad nacional, completamente incluyente y participativo, sin dejar de observar claro está los principios de racionalidad y eficacia.

 

[LA COMISIÓN ORGANIZADORA]

 

Para tal efecto se deberá integrar una Comisión Organizadora que prepare una propuesta de programa, para hacerlo llegar a los tres Poderes de la Unión, para que, en el marco de sus respectivas competencias, organicen en el ámbito nacional y en los términos que finalmente cada uno determine, los preparativos conducentes a dichas celebraciones, con el cuidado, planeación, logística y rigor programático, que permitan la cobertura integral de todos los aspectos conmemorativos y que dejen los frutos sociales, económicos, culturales y políticos que tales actos conllevan en provecho del país y de los mexicanos, tanto los que aquí viven, como los que lo hacen en el exterior.

 

Esta Comisión deberá estar integrada por representantes de los tres Poderes y de los tres niveles de gobierno, como muestra de unidad y espíritu federalista. Por lo que la Comisión de referencia se integrará por el Presidente de la República o quien éste designe en representación del Poder Ejecutivo Federal, quien fungirá como Presidente de la Comisión; por el Ministro Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación o quien éste designe, en representación del Poder Judicial Federal; y por los Presidentes de la Cámara de Senadores y de la Cámara de Diputados o quien éstos designen, en representación del Poder Legislativo Federal. De igual forma formarán parte de la Comisión, el Jefe del Gobierno del Distrito Federal, un Gobernador que entre ellos mismos designen y un Presidente Municipal que será designado en los términos que señale el Reglamento. Los Presidentes de la Cámara de Diputados y de la Cámara de Senadores serán los Secretarios de la Comisión. Los funcionarios que integren esta Comisión no percibirán ninguna contraprestación a cambio, ya que su carácter es honorífico.

 

A los Poderes de la Unión, corresponderá la elaboración de programas para cimentar objetivos y resultados que se planean con las conmemoraciones, éstos deberán cumplirse a lo largo del periodo y hasta la terminación del año 2010.

 

La Comisión promoverá que por su parte, los Poderes de la Entidades Federativas realicen actividades y programas afines y que ellos, a su vez, los trasladen al ámbito Municipal de igual manera, dado que estas celebraciones deben tener cobertura total en todo el Territorio Nacional y en todos los sectores de la población.

 

De igual forma a los demás actores del quehacer nacional habrá que convocarlos para que cada uno en su propia esfera, detonen programas paralelos que, con el compromiso cívico de llevarlos a cabo dinamicen los campos educativos, ambiental, económico, científico, tecnológico, artístico, turístico, cultural, social, deportivo, etc.

 

El Congreso de la Unión y en lo individual cada una de las Cámaras que lo integran, deberán impulsar además una serie de estudios históricos aplicados a la construcción del futuro que queremos los mexicanos.

 

La Comisión deberá preparar su plan de trabajo antes del 20 de noviembre del año en curso, para que la iniciativa pueda lanzarse y ponerse en movimiento a la brevedad, a fin de tener poco más de 5 años de preparativos, actividades previas y concientización nacional de las Conmemoraciones y de los efectos que, para el bien del país, se buscan desde ahora, durante todo 2010 y a lo largo del Siglo XXI.

 

La Comisión se auxiliará de un Consejo Asesor, para precisar la metodología específica recomendable para el caso, y por un Consejo Internacional para organizar, dar cabida participativa y motivar a los mexicanos en el exterior y a la comunidad internacional para el festejo de estos eventos.

La Comisión expedirá su reglamento interno y de sus respectivos Consejos.


Por lo que respecta a la propuesta respecto al desempeño de las labores correspondientes a la Comisión, el Titular del Ejecutivo Federal podrá constituir la entidad o dependencia que conforme a la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal y a las previsiones que disponga el Presupuesto de Egresos de la Federación, sea conveniente para la coordinación ejecutiva de los programas y calendarios que acuerde la Comisión.

 

Se considera que no es necesaria la creación de una entidad o dependencia para la coordinación ejecutiva de los programas, ya que la Administración Pública Federal cuanta ya con estructuras establecidas y consolidadas para que puedan realizar dicha tarea, es por eso que estas Comisiones Dictaminadoras estiman procedente establecer que el Titular del Poder Ejecutivo Federal podrá determinar la entidad o dependencia dentro de las ya existentes en la Administración Pública Federal, para que realice las actividades para la ejecución de los programas y calendarios que acuerde la Comisión y coordine sus actividades con los gobiernos de la entidades federativas y de los municipios, así como con las instituciones educativas, culturales y cívicas del país y con los organismos representativos de los sectores privado y social.

 

Bisel: Página Principal

N. 108
Año 2005
o

Martes 19 de Abril

2° Año de Ejercicio.
Segundo Periodo Ordinario