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REUNIÓN DE SUCRE:

 

MÁS CERCA DE LA CELEBRACIÓN CONTINENTAL Y UNIVERSAL DEL BICENTENARIO DE LA INDEPENDENCIA LATINOAMERICANA

 

La II Reunión Ordinaria del Grupo Bicentenario Latinoamericano, llevada a cabo en Sucre, Bolivia, entre el 24 y 25 de mayo de 2008, concluyó en la adopción de mecanismos operativos conjuntos que fortalecen la alianza de la pléyade de países que celebran en 2009, 2010 y 2011 sus Bicentenarios nacionales, y apuntaló el camino para que la efeméride sea adoptada como una celebración continental por los demás países latinoamericanos y del Caribe, mediante la conformación de una Comisión Regional para el Bicentenario, propuesta surgida el año pasado en la Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado de Chile, y que será estudiada en la próxima Cumbre de El Salvador en octubre.

 

 PRECURSORES DE LA INDEPENDENCIA DEL PERÚ

 

La celebración parte del hecho que hace 200 años, en momentos en que los ejércitos de Napoleón Bonaparte invadieron la península ibérica e hicieron prisionero al rey Fernando VII de España (1808), las colonias españolas de ultramar encontraron la ocasión propicia para liberarse de la dominación exterior, anhelo que por demás nunca dejó de manifestarse en los tres siglos anteriores, en la resistencia indígena, en el cimarronaje de los esclavos, en los movimientos comuneros, y últimamente en las ideas y atrevidas acciones de los Precursores.

 

Fue así como en nueve de los actuales países latinoamericanos se produjeron sendas sublevaciones, conocidas como los primeros Gritos de Independencia, proclamas que dieron inicio al proceso político y militar que concluyó en general con la derrota del ejército español en la batalla de Ayacucho (Perú) en 1824 y con la creación de los Estados nacionales de la América Latina:

 

1809

Bolivia   

25 de mayo (Sucre) y 16 de julio (La Paz)

 

Ecuador

10 de agosto

1810

Argentina

25 de mayo

 

Colombia

20 de julio

 

México

16 de septiembre

 

Chile

18 de septiembre

1811

Venezuela

5 de julio (precedido de una proclamación el 19 de abril de 1810)

 

Paraguay

14 de mayo

 

El Salvador

5 de noviembre

 

Por su parte, Perú, Brasil y Centroamérica (Guatemala) se proclamaron independientes entre 1821 y 1822.

 

Un siglo después, la conmemoración del Centenario de la independencia fue celebrada por cada país de manera aislada, olvidando que la guerra de emancipación constituyó una movilización mancomunada y una victoria continental.

 

El Segundo Centenario promete una celebración conjunta de la efeméride, la cual se ha venido abriendo paso en el contexto del Sistema Iberoamericano de Naciones (reciente reunión de España, Portugal y América Latina), pero que, a partir de dicho impulso, cada vez va retomando un liderazgo más latinoamericano y adquiriendo la vocación universal que le es propia. Veamos este proceso:

 

 CARTA DE INTENCIÓN DE VALPARAÍSO

 

27 de julio de 2007. Un total de siete países latinoamericanos firmaron en Valparaíso (Chile) una Carta de Intenciones para la realización de actividades conjuntas para la conmemoración de los Bicentenarios de sus respectivas independencias, en el marco de la X Conferencia Iberoamericana de Ministros de Cultura que se celebró el 26 y 27 de julio en aquella ciudad porteña.

Pedro Buttazzoni, secretario Ejecutivo de la Comisión Bicentenario de Chile, detalló en ese momento que la Declaración permite que "los países firmantes, en forma bilateral, puedan desarrollar actividades conjuntas como foros o publicaciones e intercambiar experiencias de nuestras conmemoraciones".

El secretario recordó también que esta iniciativa surgió desde Chile porque este país fue el primero, en el año 2000, que creó una entidad encargada de ocuparse de las celebraciones del aniversario.

CARTA ORIGINARIA DEL GRUPO BICENTENARIO

 

CARTA DE INTENCIÓN

DE LOS MINISTROS DE CULTURA RELATIVA A LA REALIZACIÓN DE ACTIVIDADES CONJUNTAS PARA LA CONMEMORACIÓN DE LOS BICENTENARIOS

 

Los Ministerios de Cultura de las Repúblicas de Argentina, Bolivia, Chile, Ecuador, México, Paraguay y Venezuela, en adelante "las Partes", y

 

CONSIDERANDO que los países antes mencionados se encuentran próximos a  conmemorar los doscientos años de la formación de sus primeros gobiernos patrios y la importancia que revisten estas fechas en el marco del proceso de integración;

 

TENIENDO EN CUENTA QUE:

 

Las Partes han constituido, en los respectivos países, entidades a cargo de conmemorar sus Bicentenarios o han manifestado la intención de hacerlo.

 Los Ministros de Cultura reunidos los días 26 y 27 de julio de 2007 manifiestan, en la Declaración de Valparaíso, su intención de conmemorar los Bicentenarios de las Independencias de los países de Iberoamérica.

 

LAS PARTES MANIFIESTAN SU INTENCIÓN DE:

 

1.- Apoyar a la entidad que se ocupará de la conmemoración del Bicentenario en cada uno de sus países. De esta entidad o de la que cada país estipule, se designará un representante encargado de las actividades conjuntas con el resto de los países latinoamericanos.

 2.- Constituir una Mesa de Trabajo multilateral, integrada por los representantes, que se encargará de definir una agenda conjunta de actividades.

 

3.- Reunirse dos veces al año en sesiones ordinarias, alternadamente en los países respectivos.

 

4.- Cuando lo estimen oportuno podrán celebrar reuniones extraordinarias.

 5.- Que las decisiones de la Mesa de Trabajo sean adoptadas por consenso.

 

6.- Que la Mesa de Trabajo tenga los siguientes objetivos principales:

 

 a)   Elaborar proyectos artísticos en áreas de interés común.

 

b)  Generar espacios de debate y reflexión sobre la historia compartida y los proyectos comunes como naciones latinoamericanas.

 

c)   Organizar actos conjuntos conmemorativos y celebraciones con motivo de los Bicentenarios.

 

d)  Elaborar publicaciones conjuntas.

 

e)   Coordinar actividades culturales relativas a los Bicentenarios que involucren la participación de las provincias, estados o regiones de los respectivos países.

 

7. La Mesa de trabajo recibirá, a su solicitud y para el cumplimiento de sus tareas, la más amplia colaboración de los organismos técnicos y administrativos oficiales de las Partes.

 

ARGENTINA José Nún, Secretario de Cultura

BOLIVIA Pablo César Groux, Viceministro de Desarrollo de Culturas

CHILE Paulina Urrutia Fernández, Ministra Presidenta Consejo Nacional de la Cultura y las Artes

ECUADOR Antonio Preciado, Ministro de Cultura

MÉXICO Sergio Vela. Presidente Consejo Nacional para la Cultura y las Artes

PARAGUAY Bruno Barrios Sosa, Secretaria de Cultura

VENEZUELA Francisco Sesto, Ministro del Poder Popular para la Cultura.

 

 HECHO en la ciudad de Valparaíso, Chile, a los 26 días del mes de Julio del año dos mil siete, en siete originales igualmente auténticos.

 

La firma de esta Carta de Intenciones se produjo después de concluida la X Conferencia Iberoamericana de Cultura, cuya Declaración Final había expresado:

Para conmemorar la Celebración de los Bicentenarios:

“18. Apoyar la elaboración de una agenda compartida para la celebración de los bicentenarios de las independencias.

“19. Saludar la comisión luso-brasileña instituida para conmemorar el bicentenario de la llegada de la Corte Portuguesa a Brasil.

“20. Dar mandato a la OEI y a la SEGIB para la articulación de las conmemoraciones compartidas de los bicentenarios de las independencias.

“21. Solicitar a la OEI y a la SEGIB que coordinen la elaboración de una historia crítica de las naciones iberoamericana en el marco de la Cátedra de Historia iberoamericana de OEI”.

Como dato peculiar se observa que la llamada Mesa de Trabajo estaba prevista desde la reunión preparatoria de la Conferencia (Lisboa, Portugal, 9 de mayo de 2007), con España como miembro, membrecía que no se concretó en Valparaíso:

 

“El director general de Cooperación y Comunicación Cultural del Ministerio de Cultura español, Carlos Alberdi, señaló a EFE que entre los puntos acordados se aprobó la formación de una comisión de países que elaborarán la agenda para apoyar la celebración de los bicentenarios de las independencias iberoamericanas. Recordó que esa comisión estará formada inicialmente por representantes de México, Colombia, Chile y Argentina, Ecuador, El Salvador, Venezuela y España” (http://www.oei.es/noticias/spip.php?article290).

 

A resultas de estos sucesos, declaraciones y olvidos, de la Conferencia de Ministros de Cultura salieron oficialmente dos mandatos diferentes para la organización conjunta o compartida de los Bicentenarios: De un lado, de ello se encargarían la SEGIB y la OEI; pero de otro, habría una Mesa de Trabajo conformada sólo por países latinoamericanos con el mismo objetivo. Ya aquí, en esta dualidad, se avizora un foco de tensión entre dos enfoques de la conmemoración: el Bicentenario como un evento iberoamericano o un Bicentenario latinoamericano.

 

  CUMBRE IBEROAMERICANA DE SANTIAGO

 

8 y 10 de noviembre de 2007. La Declaración final de la XVII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, que tuvo lugar en Santiago de Chile, bajo el tema la cohesión social y las políticas sociales para alcanzar sociedades más inclusivas en Iberoamérica, expresó:

“Impulsar, a partir del año 2009, la conmemoración de los bicentenarios de la Independencia de varias naciones iberoamericanas, y la conmemoración en el año 2008, del bicentenario de la llegada de la Corte portuguesa a Brasil, de modo que contribuya a la proyección de la Comunidad Iberoamericana”.

Por su parte, el Programa de Acción de la Cumbre de Santiago, instrumento operativo de las resoluciones de los mandatarios, estableció:

“Instruir a la SEGIB para que desarrolle, en coordinación con los países, la conmemoración del bicentenario y estudie la propuesta de crear una Comisión Regional del Bicentenario, de participación abierta y voluntaria, que enfatice los procesos de construcción de nuestros países y su proyección futura con vistas a identificar e instrumentar programas de cooperación conjunta o entre grupos de países”.

Ni la Declaración ni el Programa de Acción hacen referencia a la Carta de Intención firmada en julio anterior por siete países latinoamericanos para la celebración conjunta del Bicentenario.

 

 I REUNIÓN DEL GRUPO EN SANTIAGO

 

4 y 5 de diciembre de 2007. Se reúnen en Santiago de Chile, por convocatoria de la Comisión Bicentenario de ese país y de la SEGIB, delegados de Argentina, Bolivia, Chile, Ecuador, México, Paraguay y Venezuela, con el fin de conformar la Mesa de Trabajo multilateral acordada en Valparaíso para llevar a cabo las actividades conjuntas conmemorativas de 2009, 2010 y 2011, a la que dan el nombre de Grupo Bicentenario.

 

El Acta de Acuerdos, firmada en La Chascona, casa del poeta Pablo Neruda, ratificó los objetivos de la Carta de Intención de Valparaíso; definió que el Grupo funcionará con base en una secretaría pro tempore ejercida por turnos por las Comisiones Nacionales respectivas, empezando por Bolivia (diciembre 2007-mayo 2008);  estableció una agenda común de actividades que tocan los ejes de debate y reflexión, proyectos editoriales y proyectos artísticos y conmemorativos, y estipuló que la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB) y el Convenio Andrés Bello, organismos a los que pertenecen los siete países, apoyarían desde sus ámbitos las iniciativas del Grupo. Se acordó la II Reunión en Sucre, Bolivia, para el 25 de mayo de 2008.

 

 II REUNIÓN DEL GRUPO EN SUCRE

 

 24 y 25 de mayo de 2008. Coincidiendo con la celebración de los 199 años del Grito Libertario de Chuquisaca, se reunieron en la Ciudad de Sucre, Bolivia, delegados de Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, México y Venezuela, siendo de destacar que se incorporó al Grupo Colombia, país que finalmente se allanó a celebrar el Bicentenario en 2010 y no en 2019, y que en el interregno entre la pasada reunión y esta se crearon las Comisiones Bicentenario de Ecuador, Venezuela y El Salvador, aunque este último país no acudió a Sucre. También asistieron, no como miembros, sino en calidad de apoyo, el embajador adjunto de España para la conmemoración de los Bicentenarios latinoamericanos y delegados de la SEGIB y de la OEI.

 

La reunión se instaló en La Casa de la Libertad (en la foto) y sesionó en la Biblioteca y Archivo Nacionales. Una vez hechas las exposiciones por las Comisiones Nacionales presentes, consistentes en informes de lo que hace cada país, fueron puestas en común las iniciativas que se proponían para adelantar conjuntamente, y se adoptaron decisiones sobre el funcionamiento ulterior del Grupo y mecanismos para apoyar los trabajos conjuntos.

 

El Acta de Acuerdos de esta reunión se encuentra en la actualización del 26 de mayo de www.albicentenario.com.

 

Ya para terminar la sesión del sábado 24, el delegado de la SEGIB puso sobre el tapete el asunto del mandato dado a este organismo por la Cumbre Iberoamericana de Chile para organizar los bicentenarios.

 

Como antecedente, relató que el 11 de febrero de 2008 la SEGIB había dirigido una comunicación a las Comisiones Nacionales para el Bicentenario, convocando a una reunión en Madrid para el 29 y 30 de mayo, con el fin de estudiar la propuesta de crear la Comisión Regional del Bicentenario prevista en la  Cumbre Iberoamericana de Chile. La misiva decía:

 

“Como usted conoce, en la pasada Cumbre (…), los mandatarios encomendaron a la Secretaría Iberoamericana (artículo 47 del Programa de Acción) que, en coordinación con los países, desarrolle la conmemoración de los bicentenarios de las Independencias y estudie la propuesta de crear una Comisión Regional del Bicentenario, de participación abierta y voluntaria, que enfatice los procesos de construcción de nuestros países y su proyección futura con vistas a identificar e instrumentar programas de cooperación conjunta o entre grupos de países.

 

“En concordancia con dicho mandato y desde una visión amplia, la Secretaría concibe los bicentenarios como la oportunidad para conmemorar, en general, la creación de todas nuestras naciones soberanas, más allá de la conmemoración de un año o período concretos”

 

Pero como la fecha casi coincidía con la reunión de Sucre, los países del Grupo Bicentenario declinaron la invitación, dando lugar a cancelar el evento de Madrid.

 

En la reunión de Sucre, el delegado de la SEGIB presentó la carta anterior; recordó a los asistentes el mandato de la Cumbre de Chile en el sentido de que la SEGIB organice el Bicentenario; puso de  presente que mientras el Grupo Bicentenario tuvo origen en una conferencia de ministros de cultura, la propuesta de Comisión Regional era un mandato de los presidentes, y que por tanto debía retomarse la reunión cancelada de Madrid, para antes de la siguiente Cumbre Iberoamericana de octubre en El Salvador, a la cual debía llegarse con un resultado concreto. México ofreció su país para la nueva reunión.

 

El informe causó algún desconcierto entre los asistentes (¡ellos ya estaban organizando el Bicentenario!), pero luego de un rápido intercambio de opiniones todos coincidieron en atender el mandato de los presidentes, y reunirse como Grupo Bicentenario con la SEGIB en México el 8 de septiembre, un día antes de la reunión de la SEGIB programada para el 9 y 10 de septiembre. Finalmente, el consenso fue recogido en las conclusiones del Acta de Acuerdos de Sucre, así:

 

Décima. Reunión SEGIB.- Los integrantes del Grupo Bicentenario asistirán a la reunión convocada por la Secretaría General Iberoamericana convocada para el mes de septiembre en México, ocasión para analizar los avances de los compromisos y definir una estrategia de participación”.

 

Es de destacar que durante la reunión,  el embajador español adjunto para la conmemoración de los Bicentenarios de los países latinoamericanos manifestó ante los miembros del Grupo Bicentenario que el papel de su país consiste en acompañar a los países de América Latina en su celebración, porque si bien la independencia de estos hace parte importante de la historia nacional española, los festejos propiamente son de los latinoamericanos. Ya este planteamiento lo había hecho días antes, a su paso por Bogotá el 21 de mayo:

 

“En España ‘no vamos a hacer festividades ni jolgorios, ni vamos a lanzar cohetes’, aclaró el diplomático, pero sí conmemorará unas fechas que son historia importante para el país y lo hará con ‘una reflexión profunda, seria’ sobre lo que han sido estos 200 años en el mundo iberoamericano y sus relaciones (…) Las del bicentenario son ‘fechas de relieve en nuestra historia (la española)’, pero la celebración la harán los países latinoamericanos, observó Dicenta.”

(http://www.soitu.es/soitu/2008/05/21/info/1211398026_343149.html).

 

Coincidiendo con lo anterior, el delegado de la OEI –que presentó en Sucre el proyecto “Rutas de la libertad”, aprobado por los ministros de cultura de la región, y al cual España aportará la suma de 1.2 millones de euros (http://www.radiolaprimerisima.com/noticias/resumen/30097)- hizo una aclaración importante, en el sentido de que esas rutas serán en los países de América Latina y no en España y Portugal.

 

Con estas precisiones de España y la OEI, que distinguen que una cosa significan los Bicentenarios para España y Portugal y otra muy distinta para América Latina (lo que hace ilógico referirse a un “Bicentenario Iberoamericano”), los latinoamericanos ya no nos veremos abocados al incómodo trance de celebrarle a España su guerra de independencia contra Francia, cuando gracias a aquella invasión fue que obtuvimos la independencia.


 REUNIÓN EXTRAORDINARIA EN MÉXICO

 

 8 de septiembre de 2008. Este día, en vísperas de la reunión de los 22 países miembros de la SEGIB preparatoria de la Cumbre Iberoamericana de El Salvador, se reunirá el Grupo Bicentenario Latinoamericano creado desde julio de 2007 con la SEGIB, a fin de estudiar la creación de una Comisión Regional del Bicentenario.

 

Como no puede –o no debe- haber dos instancias multilaterales trabajando en el mismo asunto, esta reunión debe decidir quién va a organizar la conmemoración conjunta del Bicentenario de la independencia de los países latinoamericanos: si la Secretaría General Iberoamericana (como lo dice la Declaración de la Cumbre de Chile) o el Grupo Bicentenario creado por los ministros de cultura latinoamericanos en Valparaíso, en el marco, pero por aparte, de la X Conferencia Iberoamericana de Cultura.

 

Lo lógico pareciera ser que el Grupo Bicentenario que ha venido funcionando se transforme en Comisión Regional, ampliada en sus miembros con otros países de América Latina y el Caribe, aunque no pertenezcan a la OEI, porque vienen de tradición francesa (Haití) o anglosajona (Jamaica). Y abriendo también la participación de apoyo a países y organismos distintos a España, la OEI y la SEGIB, es decir, proyectar el Bicentenario latinoamericano como un acontecimiento universal, como fue universal la gesta continental de la independencia.

 

Porque lo que no puede prosperar en la opinión pública planetaria es la idea de que España, directamente, o por medio de la OEI, le va a organizar la celebración del Bicentenario a sus ex colonias, como ya empieza a aparecer en los cables internacionales:

 “ESPAÑA FINANCIA CONMEMORACIÓN BICENTENARIOS DE INDEPENDENCIA

 

“San Salvador. Europa Press. | mayo 23, 2008

“El Ministerio de Cultura de España aportará 1,2 millones de euros al proyecto ‘Las rutas de la libertad’, un proyecto impulsado por la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI) para conmemorar el bicentenario de las independencias de los países de América Latina, según informó el organismo multilateral en un comunicado.


“Los ministros de Cultura iberoamericanos, reunidos en la XI Conferencia de Cultura de San Salvador (El Salvador), acordaron celebrar unidos y bajo el mismo proyecto el bicentenario de sus independencias, según informó la OEI.


“La financiación de las celebraciones del bicentenario correrá a cargo de España, mediante la aportación de 1.200.000 euros del Ministerio de Cultura a través de la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales.


“El ministro de Cultura, César Antonio Molina, presente en la reunión de San Salvador, avanzó dicha cantidad ante el resto de ministros iberoamericanos, quienes destacaron la importancia de acudir unidos a un evento de esta magnitud.


“El proyecto "La ruta de la libertad" fue presentado este viernes en San Salvador por el secretario general de la OEI, Álvaro Marchesi, quien explicó que éste se desarrollará de forma simultánea en los diferentes países de la región e incluirá tanto los procesos de independencia como los cambios que se produjeron en tales sociedades hace 200 años.


“Asimismo, se explicó que cada país se encargará de elegir tanto las rutas como las actividades. La OEI añadió en su comunicado que parte importante del proyecto consistirá en los en intercambios entre jóvenes de distintos países para recorrer las distintas "Rutas de la Libertad". 

(http://www.radiolaprimerisima.com/noticias/resumen/30097)

“Yahoo News. Viernes 23 de mayo, 11:22 AM. La Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), bajo el título 'Las rutas de la libertad', coordinará la conmemoración del bicentenario de las independencias de los países de Iberoamérica. El ministro de Cultura, César Antonio Molina, tuvo la oportunidad de mostrar su apoyo a esta iniciativa en el marco de la XI Conferencia Iberoamericana de Cultura en El Salvador, según informa el Departamento de Cultura en un comunicado” (http://ar.news.yahoo.com/s/23052008/11/mundo-noticias-iberoam-rica-oei-coordinar-celebraci-n-bicentenario-independencias.html).

Piénsese en los efectos de embarcarse en un Bicentenario iberoamericano, que será mirado con recelo por la ONU y por la OEA. Los otros países de la Unión Europea dirán que no se vinculan a una celebración iberoamericana. Y después la NOAL y luego los países del Pacífico Sur harán lo mismo. Y la Unión Africana nos pedirá cuentas por el ejemplo de descolonización que otrora les dimos. Y así sucesivamente.

 

España tiene muy claros sus intereses en los Bicentenarios, como lo expresó el embajador Dicenta en la entrevista mencionada:

 

“El diplomático opinó en una entrevista con Efe en Bogotá que sería contradictorio que este momento histórico ‘no tuviera ningún reflejo en el proceso de articulación de la Comunidad Iberoamericana de Naciones’, que desde hace 17 años celebra cumbres anualmente”.

 

¿Pero ese mismo debe ser el punto de vista latinoamericano? ¿O más bien nuestros intereses corren en el sentido de que “algún reflejo” deben tener las celebraciones bicentenarias en el fortalecimiento de nuestra propia integración? ¿O es que son indiferentes hacia una conmemoración propiamente latinoamericana del Bicentenario palabras como las del presidente Felipe Calderón de México en el sentido que a partir de la experiencia del Grupo de Río es posible pensar en una Asamblea de Estados Latinoamericanos? ¿Y qué decir de la reciente institucionalización de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR)? ¿O de la última elección del secretario general de la OEA, sin el voto de Estados Unidos?

 

El Bicentenario es una gran fecha en la historia de Latinoamérica, que sus líderes no pueden endosarle a España. La independencia se hizo con sentido universal. Los antepasados no tuvieron en mente sólo separarse de España, sino asomarse al mundo con voz propia; e insertarse en las corrientes económicas y culturales universales, de las que el régimen colonial las excluía (así dichas corrientes nos inscribieran en otras dependencias). Por eso la celebración de los 200 años del surgimiento de los países de América Latina debe proyectarse con la misma universalidad. España sí, pero no sólo España. Cuatro países están llamados a acompañar el Bicentenario latinoamericano, por su directa implicación en los hechos que condujeron a la independencia: España, Portugal, Inglaterra, Francia y Estados Unidos. Pero doscientos años después el mundo es más grande que el viejo Occidente, y hoy –y mañana todavía más- el destino de América Latina estará vinculado a los otros continentes, a los otros océanos, a  las otras potencias, a las otras culturas, por lo que el Bicentenario debe estar abierto a que se sumen a él todas las naciones.

 

Por estos motivos no parece lo más conveniente que sea el pleno de la Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado el que, llegado el caso, declare la conformación de la Comisión Regional del Bicentenario.

 

Podría optarse por una operatividad como la que se dio en Valparaíso, cuando una vez concluida la X Conferencia Iberoamericana de Cultura de 2007, los ministros de cultura de los países que celebran sus efemérides biseculares entre 2009 y 2011 se reunieron en un espacio aparte y crearon el Grupo Bicentenario.

 

De manera similar, bien podrían los presidentes latinoamericanos presentes en San Salvador en octubre próximo apartarse un momento de la Cumbre y declarar abierto el trienio conmemorativo y la conformación de la Comisión Regional del Bicentenario. Por su parte, la Declaración Final de la XVII Cumbre Iberoamericana se contraería a saludar el nacimiento de la criatura y a ofrecerle su colaboración, quedando así abierta la puerta a la universalización de la efeméride latinoamericana.

 

Por último, de crearse la Comisión Regional, debe dotársele de una competencia organizadora general -para que se evite lo que viene sucediendo que los organismos del sistema iberoamericano (SEGIB y OEI) aprueban proyectos multilaterales con el aval de los ministros de cultura y de educación-, y de unos comisionados para los distintos continentes, que promuevan la efeméride en otras latitudes.

 

Estos son algunos de los puntos fundamentales que pudieran ser objeto de la reunión entre el Grupo Bicentenario y la SEGIB del 8 de septiembre, a fin de que se pueda llegar con una propuesta de consenso a la Cumbre Iberoamericana, expuestos por un colombiano, a riesgo de equivocarse y confundir.

Qué oportuno fuera que se abriera hasta septiembre un debate público sobre tan complejos temas, que aporte visiones y posibilidades a quienes tienen la responsabilidad de tomar las decisiones.

 

 CUMBRE IBEROAMERICANA DE EL SALVADOR

29 al 31 de octubre de 2008. En el marco de esta reunión debe tomarse una decisión sobre la creación de una Comisión Regional del Bicentenario, y cómo quedaría el actual Grupo Bicentenario con relación a ella. En otras palabras, las jefas y los jefes de Estado y de Gobierno de ambos lados del Atlántico deben definir el perfil latinoamericano y universal de la celebración de los 200 años de la independencia, o su reducción a un mero evento iberoamericano.