BIBLIOTECAS DE LA INDEPENDENCIA EN MÈXICO
“Libros, circulación y lectores: de lo religioso a lo civil (1750-1819)” Libro de Cristina Gómez Álvarez
Reseñado por: María Eugenia García Tomado de: www.bicentenario.com.mx
Este primer artículo del libro Transición y cultura política: de la colonia al México independiente, coordinado por Cristina Gómez Álvarez y Miguel Soto, que publicó la Facultad de Filosofía y Letras, de la UNAM, en 2004, aborda un aspecto poco investigado en la historia de la lectura en nuestro país: las bibliotecas particulares en la época virreinal. La autora del artículo reclama, con razón, a los especialistas del siglo XVIII que subrayen la creciente importancia del impreso en esa época, sin apoyarse en “investigaciones amplias y sólidas”, e invita a confrontar con archivos interpretaciones clásicas sobre el proceso independiente, como ser producto del Siglo de las Luces. Cristina Gómez sugiere profundizar tal aseveración por medio de estudios que permitan reconstruir la comunidad de lectores a través de sus bibliotecas particulares, campo en el que se ha especializado desde hace varios años. Propone investigar con mayor detenimiento, tanto la distribución geográfica de los impresos y los sectores sociales de lectores, como los temas de lectura y su evolución a lo largo del tiempo. Este artículo, que divulga los primeros resultados de una reconstrucción parcial de la comunidad de lectores novohispanos durante el periodo de 1750-1819, se basó, como fuente de estudio, en los inventarios por fallecimiento, que nunca habían sido investigados en nuestro país, porque permiten una “visión global” de una parte de los poseedores de impresos, aunque la historiadora aclara que “todo libro poseído no es forzosamente leído”. Luego de describir las dificultades para acceder a dicha documentación notarial, que finalmente localizó en el Archivo General de la Nación, explica las cifras y curvas de gráficas que compilan el corpus de 541 inventarios catalogados, y que le permitieron establecer “ciertas tendencias” sobre el número de poseedores de impresos y su procedencia geográfica y étnica. Así, presenta algunos casos interesantes como la presencia de mujeres, representada en un significativo 9 por ciento, como poseedoras de libros, la mayoría de ellas criollas, una india y una mulata. Otro dato inesperado es que no sólo la alta jerarquía eclesiástica poseía libros, sino también el llamado clero bajo (curas y párrocos), así como otras profesiones y oficios, entre los cuales sobresale el sector de los comerciantes, con casi un 35 por ciento. Este dato, así como el número de volúmenes registrados en cada biblioteca, además de un ejercicio comparativo entre el costo de un libro con el salario de un trabajador urbano, permitieron a la autora del artículo considerar al libro como un objeto caro en la época colonial. Respecto al contenido temático de las lecturas, los datos conducen hacia una reflexión interesante: que no sólo se leían libros religiosos sino de conocimientos científicos aplicados a la vida personal de los lectores, y de divertimento vario. El artículo también comenta las listas de libros que debían realizarse para aprobación de la Inquisición, y las copias manuscritas que se hacían de los libros prohibidos para ser leídas en tertulias, o las sátiras críticas que inspiraban sus contenidos, impresas en forma de folletos u hojas sueltas. Entre las conclusiones del artículo de Cristina Gómez, destaca la necesidad de replantear el estudio de la lectura y los lectores en ese periodo histórico, para ampliar la población de estudio, no sólo los eclesiásticos y los intelectuales criollos, supuestos autores del proceso independista, inspirados en el pensamiento de la Ilustración. Así como profundizar la investigación de los inventarios para comprender mejor las influencias culturales de la época. Sin descuidar, por supuesto, el estudio de la circulación del impreso, base del análisis de la recepción y prácticas de la lectura, puesto que ampliaría nuestra visión y nos ayudaría comprender mejor la diversidad de factores que contribuyeron al movimiento de la Independencia de nuestro país. MEGC / Bicentenario |