COMITÉ BICENTENARIO DE LA INDEPENDENCIA

“JOSÉ MANUEL RESTREPO”, COLOMBIA

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


 

 

 

 

 

 

Grupo académico multidisciplinario que busca la discusión y preparación de actividades académicas y universitarias para la conmemoración del Bicentenario de la Independencia de Colombia. Conformado por la Academia Colombiana de Historia, la Asociación Colombiana de Historiadores, la Universidad Nacional, la Universidad de los Andes, la Pontificia Universidad Javeriana, y el Instituto Colombiano de Antropología e Historia.

Este comité fue conformado a iniciativa de los Departamentos de Historia de las Universidades de Bogotá.

 

El 5 de abril de 2006 dio inicio a sus actividades públicas con la realización del Foro “Bicentenario de la Independencia ¿Qué vamos a celebrar?”, que se llevó a cabo en los salones de la Academia Colombiana de Historia.

 

RESUMEN: Foro Público, con afiche y todo. Conferencias de Santiago Díaz (presidente de la Academia), Margarita Garrido (directora del Departamento de Historia de los Andes) y Medófilo Medina (presidente de la Asociación), en ese orden. Los dos primeros sentaron posición sobre Visión 2019 en cuanto traslada la fecha de la independencia (además, Garrido expresó molestia por el trato dado en el documento a los historiadores). El dr. Santiago solo hizo un recuento de las celebraciones del 20 de julio como fecha de la independencia (y "no hay elementos válidos para desconocerlo", concluyó). Garrido ve el Bicentenario como acicate para un relato que necesitamos, que no haya una representación hegemónica y que aunque está bien que no se olvide la Nación, ésta no se magnifique. Su exposición fue sobre historiografía de la independencia (al parecer el período hace parte de un período más amplio: 1750-1850). "Cada generación tiene preguntas para la historia", dijo, y que el Bi-2010 debe generar una apropiación pública del debate. Terminó con una lista de temas pendientes para los historiadores sobre la independencia. El profesor Medófilo Medina, por su parte, caracterizó las conmemoraciones del Centenario (homogéneo) y el Sesquicentenario (menos homogéneo). Y para 2010 trató un tema interesante: la globalización del Bicentenario, a partir del carácter internacional de la independencia y de sus facetas regionales. Cree que todavía falta por hacer un estudio de las condiciones en que nació el Estado nacional en Colombia, inventario que otros países ya han adelantado. También dijo algo así como que los historiadores debe ser pragmáticos cuando a los políticos les da por hablar de historia.

 

 

¿QUIÉN ES JOSÉ MANUEL RESTREPO?

 

Tomado de www.blaa.org

Pagina de la Biblioteca Luis Angel Arango de Bogotá

 

JOSÉ MANUEL RESTREPO

José Manuel Restrepo, Academia Colombiana de Historia.

Primer historiador de Colombia

Jorge Orlando Melo

Revista Credencial Historial (Bogotá - Colombia). Tomo I. Enero-diciembre, 1990. No.1-12

 

José Manuel Restrepo ha sido sin duda alguna el más influyente historiador colombiano: su versión de las guerras de independencia, escrita cuando éstas apenas terminaban, sigue determinando la forma como vemos esos años conflictivos en los que surgió Colombia. Por eso, José Manuel Marroquín pudo llamarlo "el primer historiador de Colombia".

Restrepo nació en 1781 en Envigado, Antioquia, en una familia acomodada y tradicionalista. Educado por un tío, el presbítero Alberto María Calle, fue enviado luego a Bogotá a hacer estudios de derecho, los que concluyó con su inscripción como abogado de la Real Audiencia en 1809. Formado en una época en la que algunos profesores avanzados comenzaban a criticar las formas de enseñanza y la filosofía tradicionales, Restrepo hizo parte de los grupos innovadores que querían conocer el país y reemplazar la escolástica con la ciencia. De esto da testimonio su primer trabajo publicado: una detallada descripción geográfica de Antioquia aparecida en 1809 en el Semanario que dirigía Francisco José de Caldas. Para ello hizo también un mapa, el primer esfuerzo cuidadoso de representar la agreste geografía de su región natal.

Entre 1810 y 1816 Restrepo colaboró con los gobiernos patriotas de su provincia, fue secretario de la Junta de Antioquia y del dictador Juan del Corral (cuando aconsejó reprimir a los españoles "a fuego y sangre" y firmó la declaración de independencia de Antioquia), representante al Congreso Federalista de 1811 y al de Mariquita de 1812, triunviro elegido en septiembre de 1814, aunque no se posesionó del cargo, y redactor—poco original—de la constitución Antioqueña de 1815. A la caída de los gobiernos independientes huyó hacia el Cauca, pero decidió devolverse y entregarse al gobierno español. Condenado a trabajos forzados, dirigió la construcción del camino entre Sonsón y Mariquita: el gobierno de la reconquista fue en Antioquia relativamente benévolo con criollos moderados y bien relacionados, sobre todo al comienzo. Restrepo, que temía persecuciones peores, se fugó a fines de 1816 y fue a Kingston, donde tenía parientes y amigos dedicados al comercio. Aprendió allí el inglés y el francés, e hizo un viaje a los Estados Unidos, pues quería estudiar lo relativo a la industria textil.

Indultado por los españoles, regresó a Antioquia, donde lo sorprendió el triunfo de Boyacá dedicado a los negocios. Conocido ya por su moderación, ponderación y buen saber jurídico, Bolívar lo nombró como gobernador político, en parte para que frenara en algo al gobernador militar, el joven general José María Cordova. Fue uno de sus pocos momentos radicales: apoyó el destierro de su propio tío, el presbítero Calle, por realista, y escribió elogiando uno que otro fusilamiento de civiles españoles.

En 1821—ya tenía 40 años, en un país gobernado por un presidente de 28—fue al Congreso de Cúcuta, el cual presidió y en el que defendió vigorosamente el sistema centralista, y luego, como secretario del Interior, se radicó en Bogotá: entre 1821 y 1830 ocupó este cargo, que ejerció con competencia y prudencia, primero al lado de Santander y luego de Bolívar. A Santander le criticó sus innovaciones educativas, a Bolívar sus apasionamiento ocasionales y, a Nariño casi todo. Pero se iba haciendo más tradicionalista: apoyó en 1829 los esfuerzos del gabinete pare traer un príncipe europeo a reinar en el país, como sucesor de un gobierno vitalicio de Bolívar. Le aterraban el gobierno del pueblo, las agitaciones raciales, los movimientos de negros o mulatos.

Desde diciembre de 1828 fue director de la Casa de Moneda, cargo que no se atrevieron a quitarle ni los liberales, a quienes chocaba su actitud aristocrática, aunque respetaban su honestidad y sus virtudes patriarcales: lo conservó hasta 1860, cuando tenía 79 años de edad. Ocupó muchos cargos más, a veces al mismo tiempo: director de la Renta del Tabaco, director de Instrucción, director de Crédito Nacional, representante ante los gobiernos de Ecuador y Venezuela en breves pero importantes misiones diplomáticas. Dos gobiernos lo persiguieron: cuando el general Melo, en 1854, tuvo que asilarse en la Legación venezolana; cuando Mosquera se tomó a Bogotá, en 1861, tuvo que pagar una contribución de 1000 pesos. Dos años después, en 1863, el año de la Constitución que le habría parecido un engendro monstruoso, y en la que participó como representante su yerno Bernardo Herrera, acompañado, como secretario, por su nieto, el futuro arzobispo Bernardo Herrera Restrepo, falleció en Bogotá.

Restrepo llevó un diario en el que anotaba los principales sucesos políticos entre 1819 y 1854: esta obra, que ha sido publicada, le sirvió como estructura pare sus dos libros fundamentales: la Historia del la Revolución de las Repúblicas Colombianas, publicada en 1827 y 1858, y la Historia de la Nueva Granada, que permaneció inédita hasta este siglo. Esas narraciones que cubren la historia de Colombia entre 1819 y 1854—nuestro primer historiador sólo escribió de una época vivida por él y en la que fue actor importante—, se apoyaron además en el acceso que tuvo, como ministro, a los archivos oficiales.

La historia de las guerras de independencia de Restrepo nos dejó los retratos heroicos de Bolívar y sus colaboradores, empeñados en una lucha justa contra España. El recuento de los años veinte, aunque reconoce la capacidad administrativa de Santander y la grandeza de objetivos de Bolívar, es el relato de cómo las males pasiones—la ambición de mando, la venalidad, la demagogia, las envidias y la inmoralidad—, aunque recubiertas por el lenguaje de la libertad y la democracia, destruyeron la naciente república, que acabó en el desorden social, el militarismo y la arrogancia del pueblo. Como defensor de una democracia moderada, dirigida por la gente de bien, que controlara a la plebe e impusiera una fuerte autoridad sobre la población, como enemigo del militarismo, como amigo de la Iglesia y partidario de que ésta tuviera un fuerte influjo en la política y en la vida de los colombianos, incluso como defensor ocasional de una monarquía constitucional, Restrepo ayudó a crear el pensamiento, las actitudes y hasta los gestos sociales de las élites civiles conservadoras.

 

Bibliografía recomendada:

Juan Botero Restrepo, Pbro.

El prócer historiador.

Medellín, Granamérica, 1982

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