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BICENTENARIO DE PARAGUAY MAYO 2011
DISCURSO DEL PRESIDENTE FERNANDO LUGO
Y COMENTARIO A JORGE RUBIANI
Página oficial: http://www.bicentenarioparaguay.gov.py/
Separata del periódico Ultima Hora:
http://www.ultimahora.com/bicentenario
En En el Distrito General Delgado, departamento de Itapúa, iniciaron los festejos del Bicentenario de la Independencia con el encendido de “Antorcha de la Libertad” en un acto llevado a cabo en la mañana del miércoles 26 de enero en el salón municipal “Héroes del Chaco”. El evento fue organizado por la Municipalidad de la ciudad, con apoyo de la Comisión Nacional de Conmemoración del Bicentenario de la Independencia (Tomado de: http://www.bicentenarioparaguay.gov.py/antorcha_gral_delgado.php)
Tomado de: http://www.presidencia.gov.py/v1/?p=53060
Muy buenas tardes a todos y a todas
Un gusto recibirles en Mburuvicha Roga, para algunos, la primera vez estar en esta casa, que tiene muchas historias.
Señor ministro, Secretario Ejecutivo de Cultura, Luís Manuel Escobar, señor miembro de la Corte Suprema de Justica, Luís María Benítez Riera; señores parlamentarios; señores ministros del Poder Ejecutivo; señores miembros de la Comisión del Bicentenario; señores expositores, invitados especiales; señoras y señores.
Doscientos años de historia independiente, movilizan políticas, programas, y ocasiones memorables para la reflexión. Es una ocasión propicia para la construcción de espacios públicos.
Un espacio en el que el Estado y la Sociedad Civil se encuentran para alcanzar consensos, sobre cuestiones de interés público, en base a la conciliación de miradas diversas, y la comprensión que la independencia y la soberanía del Paraguay, es un proceso inacabado.
Es la concepción que nos permite imaginar un futuro plural. Conmemorar el bicentenario es un acto de memoria reflexiva, abierta a una conjunción compartida de futuro, que pertenece e involucra a todo el pueblo paraguayo, con su multiplicidad de voces e identidades.
Esto implica lecturas mas amplias y críticas de la historia del Paraguay, tras el el supuesto de que el paso de Colonia a Nación Independiente no tuvo el mismo significado ni iguales consecuencias para la vida de quienes habitan estas tierras.
Este hecho es fundamental para comprender el proceso de gestación del Paraguay como Nación, con sus valores e inclusiones que aun repercuten en el presente.
Este coloquio se enmarca dentro de un programa mas amplio de reflexiones y acciones que promueven interpretaciones rurales, de lo que aconteció a lo largo de 200 años de vida independiente.
Existen diferentes relatos y visiones que debemos conocer y difundir. Fuera de toda pretensión maniqueísta o dogmatismo, para entender la Historia del Paraguay.
El Bicentenario nos brinda la posibilidad de que intelectuales, historiadores, historiadoras, políticos, políticas, artistas y la ciudadanía en general, piensen y reelaboren desde distintas miradas, el proceso de independencia hasta hoy.
Esto permitirá trabajar en conjunto un mismo pasado, imaginar nuevas posibilidades históricas y presentar propuestas diversas acerca del futuro de la República del Paraguay.
En otras palabras, qué fuimos, qué somos, y que queremos ser.
Bicentenario como construcción del país. El Paraguay es un país pluricultural, multi-étnico, plurilinguístico, que necesita potenciar las fuerzas diferentes que alimentan su manera de composición nacional.
La diversidad cultural debe ser potenciada en este proceso. El Paraguay puede y debe sacar ventaja de su riqueza histórica, de sus acervos socio-culturales y artísticos y de su valioso patrimonio lingüístico.
Relaciones de historia y memoria, en este caso las visiones que los paraguayos y paraguayas hemos tenido, tenemos y tendremos de nosotros mismos.
Conmemorar el Bicentenario no consiste en dar nuevo ropaje a viejos rituales. Es fundamentalmente hacer memoria y reconocer el camino andado, para poner en evidencia quienes somos.
Es una oportunidad para repensar nuestra historia y rememorar las ideas fundamentales de la independencia, que no se agota en la conquista de los derechos políticos, aunque estos sean fundamentales para avanzar en equidad.
Es conocer la complejidad de nuestro pasado, de una concepción plural para entender el presente y elaborar un proyecto de país. Es un acto de rescate del significado esencial de la gesta de la independencia.
La opción por la libertad y la democracia, no solamente la de mayo, pues en diferentes momentos de nuestra historia, hombres y mujeres defendieron los mismos principios. Las batallas no siempre fueron victoriosas, pero marcaron huella y sirvieron de cimiente para avanzar hacia el cambio.
La relación entre Estado y Sociedad, el rol del Estado Nación en la construcción y fortalecimiento de las identidades culturales de la esfera pública.
A nivel mundial, los flujos comerciales y financieros, los factores de producción y consumo de bienes y servicios, traen consigo corrientes de pensamiento que pronostican una extendida uniformidad que desplazaría al Estado Nación surgido con la independencia.
El fuerte poder simbólico del Bicentenario, pone sobre el tapete temas como la construcción y el sentido de lo público. Los proyectos de privatización de bienes y servicios, así como de los espacios urbanos, se presentan con inusitada pujanza en deterioro de la calidad de vida de las comunidades.
Desactivan progresivamente la función de integración social de los espacios públicos tradicionales. Su resultado, fragmentación y atomización social, que replica elementos y modos foráneos sustentados principalmente en la hípervaloración del poder adquisitivo, sobre cualquier otro considerando, en completo desmedro de la dignidad inherente a todo ser humano.
La independencia nacional fue parte de un proceso regional que integró ideales políticos y sociales.
El Bicentenario podría servir de catalizador para una mayor y mas lúcida integración de nuestros pueblos. Porque también esta integración -y somos cada día mas conscientes- también es inacabada.
Esta celebración del Bicentenario, como ya decía, nos tiene que ayudar a todos, a políticos, artistas, intelectuales, a repensar el país. A hacer esa lectura crítica de nuestra memoria histórica, y sobre todo, poder proyectar el país de los sueños de los próceres, de los sueños libertarios y de los sueños de quienes realmente creemos que es posible un país diferente.
Por eso, creo que esto es apenas, quiere ser un aperitivo este coloquio, para que después otras iniciativas de diferentes índoles -cómo quisiéramos que en las escuelas, en los colegios, en las universidades, en los diferentes estamentos- se puedan realizar este tipo de encuentros, para escucharnos. Tanto necesitamos los paraguayos escucharnos.
Y aquí mismo, podemos encontrarnos entre los historiadores, diferentes visiones. Siempre hemos asegurado que el pluralismo es una gran riqueza. No les tenemos miedo a las diferencias, sino a la complementariedad.
Por eso de nuevo, bienvenidos a este encuentro, y ojalá que estas horas que vamos a pasar juntos, nos sirva sobre todo, a amar mas a aquello que tenemos entre manos. Nuestra Nación, nuestra República del Paraguay que es independiente, es legado de próceres y seguimos soñando nosotros.
Muchas gracias.
COMENTARIO A UNA ENTREVISTA A JORGE RUBIANI, COORDINADOR DEL PROGRAMA BICENTENARIO DE LA MUNICIPALIDAD DE ASUNCIÓN
Texto de la entrevista en: http://www.ultimahora.com/notas/403440-Jorge-Rubiani:-No-es-una-mera-evocacion-nostalgica
César González Páez | cesarpaez@uhora.com.py
El arquitecto e historiador Jorge Rubiani habla sobre su nuevo libro, edición de lujo, Paraguay 200 años de historia e imágenes. 1811-2011, que ya está en circulación y se puede consegurr en la Librería Intercontinental. El método de trabajo de este volumen es interesante de destacar, pues se han contrastado las imágenes históricas de edificios y lugares con el presente, o sea cómo se ven en la actualidad. Rubiani señala que este enfoque se debe a la "inquieta cámara" de Dany Adorno, quien buscó los mismos ángulos para que el lector compare "si la confrontación con lo antiguo se ha dirimido a favor de una mejor calidad de vida". Pero, mejor, enterémonos de estas novedades por la versión del mismo autor.
--¿Cómo surgió el proyecto?
--Es un propósito no muy novedoso, la confrontación de imágenes del pasado con la actualidad, pero en este caso le aportamos los datos históricos para que la gente comprenda a qué nos referimos. Sobre todo introducimos tres consideraciones fundamentales en la consideración del paisaje urbano, que son: primero, la Asunción invisible, la que no vemos porque está soterrada, está escondida, está sumergida; después está la Asunción perdida, la que hemos perdido por demolición, por menosprecios de las autoridades de las distintas épocas; luego está la Asunción escondida, desconocida, y tiene que ver con eso que está, pero que no vemos porque ha sido escamoteado a la vista del público o ha sido modificado en muchos aspectos y la gente no lo reconoce. Aparte de eso está la ignorancia sobre el valor de esos elementos del pasado.
--¿Se han elegido algunos edificios emblemáticos de la ciudad?
--Nos ocupamos de los paradigmas más dolorosos de nuestra historia, que son la Catedral, el Panteón, el Palacio, etcétera, que ya no están en condiciones de ser apreciados o admirados porque han sido absolutamente devaluados o menospreciados a lo largo de todo este tiempo.
--¿Cómo fue la selección de esas imágenes antiguas?
--Nosotros tenemos una colección muy importante de imágenes antiguas, que llegan a la cantidad de cinco mil aproximadamente; son fotografías antiguas y otras no tanto.
--El método de trabajo en esta publicación ¿cuál fue?
--Dany Adorno le agregó las imágenes actuales con una dirección explícita, en cuanto que se hicieran las fotografías actuales desde los mismos puntos que se tomaron las antiguas fotografías. Eso también nos llevó a descubrir que la calidad de las imágenes del pasado no eran nada desdeñables y muchas veces, a pesar de los colores y de la tecnología actual, no llegamos a la altura de esas imágenes antiguas. Eso fue en el aspecto visual.
--Se observan textos que acompañan las fotografías...
--Después del aspecto visual está el conocimiento de la historia que voy desarrollando para entender los fenómenos que nos aquejan, no solamente por el regodeo de los relatos históricos o por una tendencia hacia la melancolía, sino con un criterio pedagógico y sobre todo autocrítico de lo que pudimos haber hecho y nosotros no lo hicimos.
--Cuando dice "nosotros", ¿a quiénes se refiere?
--Me refiero a los paraguayos y, en su componente más importante, a aquellos que tuvieron una responsabilidad concreta. En este caso yo pensé que el Bicentenario iba a ser una posibilidad de revisar estas conductas y sobre todo robustecer el sentido de pertenencia, el de arraigo, que son los que promueven la responsabilidad social y colectiva, y lamentablemente no fue así. Nos desperdigamos en actos, en celebraciones que no conducen absolutamente a nada. Eso conduce que al día siguiente de las celebraciones estemos en las mismas condiciones o peor de lo que nos encontramos ahora.
--Esta publicación es una recordación a los doscientos años...
--Evidentemente, es una evocación al Bicentenario, pero como motivador de actitudes. Como reflexiono en el libro, una reflexión creativa, una reflexión que produzca acciones correctivas sobre lo mal que hemos hecho en el pasado. Sobre todo pretende sensibilizar a la gente, que no es una mera evocación nostálgica, sino que realmente es un punto en el lugar que más nos duele, a ver si reaccionamos de alguna manera.
Comentario de Albicentenario.com
Apreciado señor periodista
CÉSAR GONZÁLEZ PÁEZ
Ultima Hora:
Reciba de parte de un ciudadano colombiano sinceras felicitaciones al periódico Última Hora por la excelente separata virtual que viene publicando sobre el Bicentenario paraguayo.
Le escribo para referirme a la entrevista publicada el día de hoy en la que usted dialoga con el profesor Jorge Rubiani, coordinador de las actividades del Bicentenario en la Municipalidad de Asunción, con motivo del lanzamiento del libro Paraguay 200 años de historia e imágenes. 1811-2011, y en la cual el profesor Rubiani expresa una especie de desencanto sobre la efeméride bicentenaria ("lo que pudimos haber hecho y nosotros no lo hicimos"), aduciendo que "yo pensé que el Bicentenario iba a ser una posibilidad de revisar estas conductas y sobre todo robustecer el sentido de pertenencia, el de arraigo, que son los que promueven la responsabilidad social y colectiva, y lamentablemente no fue así. Nos desperdigamos en actos, en celebraciones que no conducen absolutamente a nada. Eso conduce que al día siguiente de las celebraciones estemos en las mismas condiciones o peor de lo que nos encontramos ahora".
He tenido el honor de conocer al profesor Jorge Rubiani desde 2008 en Quito (Ecuador) en un evento del Grupo Bicentenario (instancia que reúne a los 9 países latinoamericanos que celebran 200 años de la proclamación de independencia entre 2009 y 2011) y de intercambiar con él opiniones sobre la conmemoración.
Pero con todo respeto, observo que, faltando tres meses para las fechas magnas del 14 y 15 de mayo, la frustración y el desencanto anticipados no pueden ser el ánimo conque la ciudad capital de los paraguayos encare el Bicentenario. Sobre todo porque quienes hemos seguido desde la distancia el desarrollo de los Bicentenarios en el continente hemos visto la voluntad política del Congreso Nacional y del Gobierno paraguayo para hacer del Bicentenario una fecha memorable, y lo que es más importante: la población se ha vinculado al espíritu de la celebración.
Para frustraciones, Colombia, Bolivia y México.
En Colombia, el presidente Alvaro Uribe Vélez le negó a los colombianos la posibilidad de celebrar digna y festivamente el Bicentenario de la Independencia, bajo el criterio de que éste no podía celebrarse mientras no nos independizáramos del terrorismo, lo que debiera ocurrir en 2019 (Visión Colombia para el II Centenario 2019). Solo la protesta de la Academia Colombia de Historia detuvo el exabrupto, y el Bicentenario se pudo realizar en 2010, pero sin tiempo ni espíritu para hacer algo distinto de una celebración "tardía, a lo pobre y de bajo perfil", como la definió un ex director del Departamento Nacional de Planeación.
En Bolivia, país que estaba llamado a dar inicio a la celebración del Trienio Bicentenario Latinoamericano (Grito Libertario de Chuquisaca del 25 de mayo de 1809), el conflicto entre el Gobierno Nacional de la Paz y el gobierno opositor de la ciudad de Santa Cruz dio al traste con la efeméride, prefiriendo el presidente Evo Morales hundir la celebración continental antes que ceder en una cuestión de honor interno.
Y en México, después de cinco años de preparación de un Bicentenario fastuoso, para el día magno del 17 de septiembre de 2010 las bandas criminales lograron que el presidente Felipe Calderón llamara a los habitantes de Ciudad de México a resguardarse en sus casas y no asistir a las celebraciones bicentenario en la Plaza del Zócalo.
Por el contrario, a semejanza de Chile y Argentina, Paraguay avanza bien en la organización del Bicentenario, quedando todavía tres meses para corregir lo que haga falta, y todo el resto del año para convertir la XXI Cumbre Iberoamericana que se realizará en Asunción el 3 y 4 de diciembre de 2011 en un evento continental y universal de cierre de las celebraciones del Trienio Bicentenario Latinoamericano.
No olviden que el Bicentenario es todo el año, y que no es un evento sino un espíritu.
¡Ánimo paraguayos! Destierren el pesimismo y crezcan su celebración.
Cordial saludo,
luis javier caicedo
editor de www.albicentenario.com
Pereira, Colombia
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