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MEDELLIN 350 AÑOS La Medellín de España, de la cual fue tomado el nombre de la ciudad colombiana, fue fundada por los romanos 800 años antes de nuestra era, o sea, que cuenta con 2.800 años. Los primeros españoles que pasaron por el valle de Aburrá lo hicieron en 1541. El mismo año fundaron la ciudad-provincia de Antioquia. En el valle de Aburrá conformaron en 1616 el pueblo de indios o resguardo de San Lorenzo de Aburrá. Y en 1675 fundaron la villa de nuestra señora de la Candelaria de Medellín. Es decir, la ciudad de Medellín, Colombia, fue fundada hace 350 años. Esta comparación es válida para decir que los españoles que aquí llegaron lo hicieron con un acumulado milenario, como argonautas de la civilización en ese momento. Esta cultura arrasó y avasalló la cultura nativa de la tierra. Baste decir que de 100.000 indígenas que se calculan para Antioquia en 1536, para 1616 había 6.300 nativos, que vivían como esclavos. Como cultura dominante los españoles dieron por terminada la época de la conquista en la provincia de Antioquia con la visita del oidor Francisco Herrera Campuzano en 1614-1616, y decidieron modificar fuertemente el sistema de encomiendas por el que un grupo de indígenas era sometido al servicio de un español en su propia hacienda, a cambio de ser adoctrinados en el cristianismo. Herrera sacó los indígenas sobrevivientes del dominio de sus encomenderos, poniéndolos a cuenta del Rey, quitándoles el servicio personal y ubicándolos en sitios fijos para que vivieran juntos y “en policía”, para ello tendrían su gobierno propio, su templo doctrinero y tierras suficientes de resguardo para su mantenimiento por generaciones. Esta institución se llamaba “pueblo de indios”, denominación que fue abolida por el artículo 10 de la Ley del 11 de octubre de 1821, quedando la de “resguardo indígena”. Herrera constituyó cuatro pueblos de indios en la provincia de Antioquia, uno de ellos en el valle de Aburrá, al que el 2 de marzo de 1616 le fijó sus términos o límites y que llamó San Lorenzo de Aburrá. Para refrendar la seriedad de este pacto el mismo visitador hizo pintar en Santafé de Bogotá un cuadro de San Lorenzo y lo hizo llegar al resguardo en 1617. El pueblo de San Lorenzo fue entregado a los indígenas Aburráes (propios de la zona), Yamecíes (del nordeste) y Peques, Hevéjicos y Noriscos (indígenas Catíos traídos de las inmediaciones de Santafé de Antioquia, con el fin de alejarlos de zonas todavía en disputa con los nativos). Los términos de la tierra de resguardo se fijaron a partir de un terreno cedido por Gaspar de Rodas y completada por otras porciones, hasta tener un polígono que partía del cerro Nutibara, seguía por el occidente hacia el sur hasta los nacimientos del río Medellín/Aburrá, de allí al oriente hasta los cerros encima del barrio El Salvador y de ahí al primer lindero.
Eran 500 indígenas en total, entre hombres, mujeres y niños, una población enorme para la época, aunque no llegaron a conformarse como un pueblo con traza urbana definida. De estos indígenas descienden muchos medellinenses, bautizados y casados en la iglesia de San Lorenzo, por lo menos hasta 1646, cuando una población no indígena se fue asentando con fuerza por fuera de los límites del resguardo, cerca de la quebrada de Aná (hoy de Santa Elena). De la vida en el pueblo de indios de San Lorenzo muy poco se conoce, pero paulatinamente, el resguardo se fue despoblando de indígenas. Al parecer no les gustó el valle de la eterna primavera y se fueron para San Cristóbal y tal vez al nuevo Ebéjico, al occidente de la ciudad. Y quién sabe cómo estuvieron de gobernanza y cómo actuó el protector de indios. Las tierras de resguardo fueron recortadas y entregadas a los dueños de minas oro de Santa Rosa de Osos y de Guarne. El 2 de noviembre de 1675 los españoles y criollos del llamado sitio de Aná obtuvieron que la Corona les designara una villa, dependiente de la ciudad de Santafé de Antioquia, que contara con cabildo propio. Se llamó Villa de Nuestra Señora de la Candelaria de Medellín, por la Medellín de España. El cabildo en sus primeras sesiones, al ordenar la ciudad, creó el barrio de Guanteros, en los extramuros, adonde sacó los nativos que vivían en la plaza principal. Y los pocos indígenas que habitaban en San Lorenzo fueron trasladados en 1685 para el actual municipio de La Estrella, quedando libres las tierras de resguardo. Así terminó la etapa del pueblo de indios de San Lorenzo, y el sitio pasó a convertirse en el barrio El Poblado. La capilla subsistió hasta 1720, cuando se cayó y fue trasladada al oriente de la villa, donde por mucho tiempo subsistió el barrio de San Lorenzo. La imagen del santo se conserva hoy en la iglesia de San José. Las medidas adoptadas por el Cabildo (sacar a los indios del centro de la villa, repartir las tierras de resguardo y trasladar al extremo sur del valle de Aburrá los indígenas que poblaban San Lorenzo) pueden considerarse propias de una cultura dominante y de un modelo de ciudad. Para 1808, o sea, al momento de la independencia, no se menciona que haya indios en el valle de Aburrá. La villa de Medellín fue creciendo y la ciudad de Santafé de Antioquia menguando, hasta el punto que cuando llegó la Independencia la villa pasó a ser ciudad y capital de la provincia (1813 y 1826). En adelante, los conatos de población que había en el valle se hicieron municipios: Barbosa, Girardota, Copacabana, Bello, Itagüí, La Estrella, Envigado, Sabaneta y Caldas, que hoy integran, con Medellín, el Área Metropolitana del Valle de Aburrá. Habría que preguntarse si hoy esa cultura dominante y el modelo de ciudad siguen siendo refractarios a la existencia de los pueblos originarios. Con la independencia del régimen español, el nuevo Gobierno cambió el nombre de “indios” por el de “indígenas” para los habitantes aborígenes y el de “pueblos de indios” para sus hábitat titulados (Ley de 11 de octubre de 1821: “Quedan abolidos los nombres de pueblos conque eran conocidas las parroquias de indígenas”), y adoptó la denominación por uno de sus componentes: “resguardos” (ley 89 de 1890). La Constitución de 1991 elevó a nivel constitucional esta denominación. Cuando el pueblo de indios de San Lorenzo de Aburrá arribó a los 400 años de haber sido constituido, el Concejo Municipal de Medellín expidió el Acuerdo 55 de 2015, “Por medio del cual se conmemora los cuatrocientos (400) años de la fundación del primer Resguardo Indígena en el Valle de Aburrá”, que dispuso “Promover eventos académicos que propicien la reflexión histórica de los ciudadanos, para fomentar la identidad de los habitantes de Medellín y del Valle de Aburrá, y la importancia de la Ciudad en el desarrollo de la región”. Le correspondió al doctor Federico Gutiérrez, recién elegido alcalde la ciudad, ejecutar este Acuerdo y en particular los actos conmemorativos del 2 de marzo de 2016. Algunas universidades, la Iglesia, Telemedellín y otros se unieron a la celebración.
Bibliografía
Caicedo, Luis Javier. Cinco siglos de historia de Riosucio (Caldas), con énfasis en la conformación del territorio. Pereira, Universidad Tecnológica de Pereira, 2018. Jaramillo, Roberto Luis. “De pueblo de aburráes a Villa de Medellín”, en: Jorge Orlando Melo, editor. Historia de Medellín. Tomo I. Suramericana de Seguros, 1996. Montoya Guzmán, Juan David y José Manuel González Jaramillo, transcriptores. Visita a la provincia de Antioquia por Francisco de Herrera Campuzano, 1614-1616. Medellín, Universidad Nacional de Colombia, 2010, 458 págs. Colección Bicentenario de Antioquia. Piedrahita Echeverri, Javier.
Itagüí, 31 de enero de 2024 Luis Javier Caicedo |
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