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EL BICENTENARIO EN LA CIUDAD DE OCAÑA
(NORTE DE SANTANDER)


ACADEMIA DE HISTORIA DE OCAÑA
Complejo Histórico de la Gran Convención
Ocaña, Norte de Santander
http://academiaocana.blogspot.com

A comienzos de 2008, la Academia de Historia de Ocaña comenzó a oficiar a las Academias del Gran Santander con el fin de que se fueran preparando para la efeméride bicentenaria, pues aún no había sido creado por la Gobernación de Norte de Santander el Comité Interinstitucinal para la celebración del Centenario y el Bicentenario, y no existía pronunciamiento público sobre el suceso.

La Academia de Historia de Santander, asumió en aquellos días, la elaboración de un documento conjunto incluyendo las Academias de Historia de Norte de Santander, Santander y Ocaña, así como universidades de la región, el cual contiene interesantes propuestas, pero de la zona santandereana que en esto ha estado más dinámica que nosotros. Una vez creado el Comité Interinstitucional por el gobernador William Villamizar Laguado, procedimos a presentar un documento base sobre el proceso de Independencia en Norte de Santander, y nuevamente insistimos desde Ocaña sobre la urgencia de conformar comités locales para organizar los actos y las acciones a seguir durante 2010. En este sentido, la Alta Consejería para el Bicentenario programó conversatorios sobre historia regional en Cúcuta, Pamplona y Ocaña. Los dos primeros se llevaron a cabo, menos el de Ocaña que no obtuvo apoyo de las autoridades municipales.

En vista de la indiferencia oficial, la Academia de Historia comenzó a planificar acciones pedagógicas desde los Museos Antón García de Bonilla y Museo de la Gran Convención, y junto con los Vigías del Patrimonio Cultural se organizó la Tercera Semana de la Gran Convención y Segundo Encuentro de Historiadores del Gran Santander, en Ocaña, que contó con el apoyo de la Gobernación y la sociedad civil, y donde los ejes temáticos fueron, Centenario del departamento y Bicentenario de la independencia. Participaron académicos de Boyacá, Bogotá, Consejo de Historia Naval, Fuerzas Armadas, Pamplona, Cúcuta, y los centros de Historia de Convención, El Carmen, Abrego e historiadores de Río de Oro (Cesar). Desde el punto de vista de las artes, se efectuó en la Escuela de Artes de la universidad Francisco de Paula Santander una programación que incluyó una obra de teatro sobre los Comuneros y la contradanza “La Libertadora”, ejecutada por el grupo de danzas de Ocaña “Aires de Torcoroma”. Este acto contó con la asistencia de estudiantes de los diferentes centros educativos locales.

 

Con los colegios de Ocaña y los de los municipios del sur del Cesar, Gamarra, Aguachica y Río de Oro, se llevaron a cabo y todavía se efectúan, visitas guiadas a los Museos de Ocaña y conversatorios sobre la independencia en la antigua Provincia de Ocaña.

En vista de que hasta la fecha la Alcaldía no ha conformado el Comité Pro celebración de la efeméride, el día 28 de mayo se reunió un grupo de representantes de la sociedad civil ocañera para programar actos públicos y académicos para la comunidad, que se realizarán en las fechas que ya le indiqué en mi anterior comunicado.

La historia de la Independencia en la región de Ocaña es rica y muy significativa desde el punto de vista de la llamada Campaña Admirable, toda vez que fue aquí donde Simón Bolívar organizó sus tropas, se abasteció de provisiones y se preparó para la marcha sobre los valles de Cúcuta que se encontraban a la sazón en poder del realista Correa. Poco se sabe sobre la Campaña del Bajo Magdalena, la primera que el Libertador hiciera en territorio de la Nueva Granada, y de la ayuda económica y en tropa que prestó la ciudad de Ocaña y los vecinos de Río de Oro, quienes conformaron la Compañía Libres de Ocaña, con la cual Bolívar marchó sobre Cúcuta. La historia solo habla de los “momposinos”, tal vez por pertenecer Ocaña  en aquellos tiempos, al cantón de Mompox.

Hemos querido reivindicar sucesos y nombres de destacados ocañeros y ocañeras que hace 200 años dieron, incluso, la vida en aras de la Libertad. Tal es el propósito de quienes conformamos ahora el Comité para la celebración que, al fin y al cabo, es del pueblo y no de la institucionalidad oficial.

 Museo Antón García de Bonilla. Ocaña.

Para el MES DE SEPTIEMBRE se tiene prevista de la Señora Ministra de Cultura, Dra. Paula Marcela Moreno Zapara, quien lanzará desde Ocaña varias RUTAS TURÍSTICAS NACIONALES, entre ellas, LA RUTA DE LA GRAN CONVENCIÓN, que abarca los municipios de EL CARMEN, RÍO DE ORO (CESAR), OCAÑA, LA PLAYA DE BELÉN Y ÁBREGO. Estas rutas son de Turismo Cultural y fueron producto de la visita que hiciera a Ocaña el Presidente de la República el 2 de febrero de 2008, consolidándose el proyecto en abril de ese mismo año durante la PRIMERA SEMANA CULTURAL DE LA GRAN CONVENCIÓN, que contó con la participación de la Ministra de Cultura.

PARA EL 30 DE JULIO, SE REALIZARÁ UNA GRAN PARADA MILITAR, organizada por las Fuerzas Armadas, y la llegada a Ocaña de una réplica DE LA CAMPAÑA DEL BAJO MAGDALENA, certamen éste promovido por la Armada Nacional en cabeza del Consejo Asesor de Historia Naval. En la noche de este mismo día, el COMITÉ PRO CONMEMORACIÓN llevará a cabo UN BAILE DE ÉPOCA en las instalaciones del CLUB OCAÑA, donde los asistentes lucirán atuendos que recuerdan los de hace 200 años.

Como parte de la vinculación del gobierno nacional a la efeméride en Ocaña, se implementó también EL CENTRO MUNICIPAL DE MEMORIA DE OCAÑA, que hace parte del programa de Centros Municipales de memoria del Ministerio de Cultura.

LUIS EDUARDO PÁEZ GARCÍA
Presidente Academia de Historia de Ocaña

 

PROGRAMA BICENTENARIO DE LA INDEPENDENCIA Y CENTENARIO DE NORTE DE SANTANDER EN OCAÑA

12, 13 Y 14 DE JULIO: CONVERSATORIOS SOBRE HISTORIA REGIONAL Y SOBRE EL CENTENARIO DE NORTE DE SANTANDER.

16 Y 19 DE JULIO: CONVERSATORIOS SOBRE EL BICENTENARIO DE LA INDEPENDENCIA

20 DE JULIO: INAUGURACIÓN DE LA EXPOSICIÓN ITINERANTE  "BICENTENARIO DE LA INDEPENDENCIA", DE LA RED NACIONAL DE MUSEOS, en los Museos Antón García de Bonilla y de la Gran Convención. Adicionalmente, se incluirá en la muestra la iconografía relativa a la independencia en la región de Ocaña.

CON EL CANAL COMUNITARIO TV SAN JORGE, la Academia de Historia de Ocaña estará emitiendo programas relativos al Centenario y Bicentenario de la independencia.

PARA EL 30 DE JULIO, SE REALIZARÁ UNA GRAN PARADA MILITAR, organizada por las Fuerzas Armadas, y la llegada a Ocaña de una réplica DE LA
CAMPAÑA DEL BAJO MAGDALENA, certamen éste promovido por la Armada Nacional en cabeza del Consejo Asesor de Historia Naval. En la noche de este mismo día, el COMITÉ PRO CONMEMORACIÓN llevará a cabo UN BAILE DE ÉPOCA en las instalaciones del CLUB OCAÑA, donde los asistentes lucirán atuendos que recuerdan los de hace 200 años.

Para el MES DE SEPTIEMBRE se tiene prevista de la Señora Ministra de
Cultura, Dra. Paula Marcela Moreno Zapara, quien lanzará desde Ocaña
varias RUTAS TURÍSTICAS NACIONALES, entre ellas, LA RUTA DE LA GRAN CONVENCIÓN, que abarca los municipios de EL CARMEN, RÍO DE ORO (CESAR), OCAÑA, LA PLAYA DE BELÉN Y ÁBREGO. Estas rutas son de Turismo Cultural y fueron producto de la visita que hiciera a Ocaña el Presidente de la República el 2 de febrero de 2008, consolidándose el proyecto en abril de ese mismo año durante la PRIMERA SEMANA CULTURAL DE LA GRAN CONVENCIÓN, que contó con la participación de la Ministra de Cultura, .


Como parte de la vinculación del gobierno nacional a la efeméride en
Ocaña, se implementó también EL CENTRO MUNICIPAL DE MEMORIA DE OCAÑA, que hace parte del programa de Centros Municipales de memoria del Ministerio de Cultura.

COMITÉ CÍVICO CULTURAL PARA LA CONMEMORACIÓN DEL CENTENARIO DE NORTE DE SANTANDER Y BICENTENARIO DE LA INDEPENDENCIA.

CLUB OCAÑA
CANAL COMUNITARIO TV SAN JORGE
CENTRO CULTURAL DE LA BIBLIOTECA PÚBLICA “MARIO JAVIER PACHECO”
CORPORACIÓN CULTURAL Y ARTÍSTICA “DESFILE DE LOS GENITORES”
VIGÍAS DEL PATRIMONIO CULTURAL
CÁMARA DE COMERCIO DE OCAÑA
FUNEDUCAR
ACADEMIA DE HISTORIA DE OCAÑA

SUCESOS DE 1810 EN LA REGIÓN DE OCAÑA

Tomado del libro inédito
La independencia en la región de Ocaña
De Luis Eduardo Páez García
Numerario de las Academias de Historia de Ocaña y de Norte de Santander

NOTAS INTRODUCTORIAS

Con motivo del Bicentenario de las Independencias, los historiadores del Gran Santander y las Academias de Historia de los departamentos Norte de Santander y Santander, han venido insistiendo sobre el tema relativo a los procesos, hechos y personajes que hace 200 años produjeron el rompimiento del sistema colonial, siendo, de paso, una muy oportuna ocasión para volver sobre nuestra identidad cultural y la necesidad de darle a los estudios históricos la importancia que revisten en los centros educativos, desde la básica primaria hasta la universidad.

Una de las acciones más relevantes que ha de ser tenida en cuenta en este proceso conmemorativo, más allá de las publicaciones académicas, los festejos y las presentaciones artísticas, es el debate, el análisis crítico del período de la Independencia y su consecuente divulgación en nuestras sociedades santandereanas, muchas de las cuales acusan un impacto negativo en materia de preservación de la memoria histórica y de su identidad cultural.

Muy acertadamente, el historiador y arqueólogo chileno, Gonzalo Ampuero B., ha señalado que "…la Identidad cultural, o la identidad de los pueblos, se basa en tres componentes básicos… y que en pocas palabras consisten en: Espacio Humanizado o ecumene, La Cultura, (latu sensu) y, por supuesto en todo aquello que heredamos de nuestros ancestros, en una selección más bien espontánea: El Patrimonio Cultural, tangible o intangible” (Ampuero B., Gonzalo: La Serena en La Región de Coquimbo. En busca de la identidad perdida. Editorial LOM, Santiago 1998).

Traemos a colación el tema de la identidad, tomando como base el desconocimiento de nuestra historia regional e, incluso, nacional por parte del pueblo raso, de muchos docentes del área de Ciencias Sociales, de los comunicadores sociales y periodistas y, por supuesto, de nuestras juventudes que, carentes de conocimiento adecuado de la historia de su entorno geográfico y la importancia de defender el patrimonio material e inmaterial, mueble e inmueble como un mecanismo para frenar la penetración de elementos culturales ajenos a nuestra génesis histórica, terminan adoptando modas y comportamientos nada constructivos.

Los antecedentes libertarios en el actual territorio de Norte de Santander, con relación a la dominación española, hacen parte de los sucesos ocurridos a partir de 1755, cuando se producen levantamientos contra los funcionarios reales encargados de la recolección de impuestos, en la zona de Ocaña, y en 1781 durante el alzamiento de los Comuneros, en el cual estuvieron involucradas varias poblaciones del Gran Santander, entre ellas, El Socorro, Charalá, Salazar, Pamplona, Arboledas, Silos, Ocaña, Cúcuta, Bucaramanga, Málaga, San Gil, Concepción, Matanza, Guadalupe, San Andrés, Girón y Suratá.

Como es de conocimiento, la actividad insurgente en Santafé, desde sus albores, produjo diversas manifestaciones que se gestaron al interior de los claustros universitarios, en las tertulias literarias, publicaciones periodísticas y a través de expresiones de descontento popular. Entre ellas, la publicación de los Derechos del Hombre, por 3 Antonio Nariño (1794), que dio como resultado su detención y destierro junto con un selecto grupo de jóvenes patriotas. Durante este mismo año, el 19 de agosto, tuvo lugar la denominada “Guerra de los Pasquines”, en la cual los opositores a las medidas autoritarias del gobierno dejaron constancia de su inconformidad en hojas sueltas pegadas en fachadas de las casonas y en algunas iglesias.

La aristocracia criolla, formada en el Colegio Mayor del Rosario, la Universidad de Santo Tomás y en el Colegio de San Bartolomé, regentados por jesuitas, bebió en las fuentes del Enciclopedismo y la Revolución Francesa, con la consecuente toma de posiciones políticas e ideológicas que contrariaban el orden establecido. Sobre este particular, destacamos la participación de don Antonio Cortés, ocañero, en la famosa “Guerra de los Pasquines”, lo cual le condujo a prisión: “El primero de ellos fue Sinforoso Mutis, joven de 21 años de edad, quien se hallaba a medio camino de San Juan de Girón, lugar en el cual pasaría las vacaciones en la casa de sus padres. El virrey lo hizo regresar a Santafé y lo arrestó. Lo mismo hizo con Ángel Manrique, quien tenía 19 años de edad, pues supuestamente las reuniones preparatorias de la conspiración se habían celebrado en el cuarto de este joven, donde se habló de la Revolución Francesa y de las constituciones de Filadelfia. Igualmente habían concurrido a dicho cuarto los colegiales Miguel Angulo, los hermanos Juan José y Nicolás Hurtado, Miguel Tadeo Gómez, Antonio Cortés y Mutis. Fueron arrestados además los catedráticos Pedro Pradilla, Miguel Valenzuela y un egresado, el doctor Ignacio Sandino. Como todos los implicados por el oidor dijeron no saber nada de la tal conspiración, torturó a varios de ellos ensañándose especialmente con Mutis a quien encerró ‘en el cuartel de Caballería en un calabozo con un par de grillos: apuró su sufrimiento poniéndole en un cepo bien alto, abierto de piernas, con agujero intermedio, para que no pudiese estar sin una continua lesión, y que ésta fuese extremamente sensible si se movía’”(Guillén de Iriarte, María Clara. “Conspiración en el Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario en el Nuevo Reino de Granada, 1794”, en Credencial Historia Nº 240, diciembre de 2009).

No hay que olvidar, que a esos centros del saber asistieron jóvenes de las principales ciudades del virreinato, entre ellos personajes oriundos de lo que hoy son los departamentos de Norte de Santander y Santander. Los registros documentales, así lo confirman. Entre otros ilustres criollos que prestaron servicios a la causa de la independencia, mencionemos los siguientes: COLEGIO DE SAN BARTOLOMÉ: Vicente Azuero Plata (Oiba),Emigdio Benítez (Socorro), José María Estévez (Bucaramanga), Pedro Fortoul (Villa del Rosario), Custodio García Rovira (Bucaramanga), José María Gutiérrez de Caviedes (Villa del Rosario), Frutos Joaquín Gutiérrez (Villa del Rosario), Juan Nepomuceno Matey de Piedry (Villa del Rosario), Nicolás Mauricio Omaña y Rodríguez (Villa del Rosario), Pablo Francisco Plata (Socorro), Crisanto Valenzuela y Conde (Gámbita). COLEGIO DE SANTO TOMÁS: Francisco Aquilino Jácome (Ocaña), Ignacio de Vargas (Charalá). COLEGIO MAYOR DE NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO: Fernando de Caicedo y Flórez (Suaita), Luis Caicedo y Flórez (Suaita), Joaquín Camacho (Pamplona), Antonio Cortés de Ron y Rodríguez (Ocaña), Antonio Ignacio Gallardo (Pamplona), Pedro Gallardo González (Pamplona), Ignacio Tomás Gallardo y Guerrero (Pamplona), Sinforoso Mutis (Bucaramanga), Andrés María Rosillo y Meruelo (Barichara), Fernando Serrano y Uribe (Matanza), José Rafael Valencia y Guevara (Pamplona), Eloy Valenzuela (Girón), Miguel Valenzuela y Conde (Girón), José Ignacio Valenzuela (Gámbita), Pedro Fermín de Vargas (Socorro), José Antonio Cortés de Ron y Rodríguez (Ocaña), Martín Teodoro Cortés de Ron y Rodríguez (Ocaña).

Don Antonio Nariño, visitó por primera vez tierras nortesantandereanas después de su azaroso trasegar por la prisión de Cádiz a donde había sido confinado y de la cual se fugó, para pasar a Madrid, París, Londres y luego tornar a la América, entrando por Mérida (Venezuela) y llegando después a los valles de Cúcuta. De Cúcuta pasó a Pamplona divulgando su ideario patriótico entre quienes consideraba sus interlocutores. Después, retornó a Santafé donde esperaba hallar eco a sus propósitos revolucionarios.

SUCESOS DE 1810 EN NORTE DE SANTANDER.

La invasión napoleónica a España en 1808 y el resquebrajamiento de la monarquía, produjeron reacciones de rechazo y oposición armada, así como la conformación de las Juntas de Gobierno independientes. Este suceso, unido a la inconformidad de los criollos por el tratamiento que se les venía dando por parte de los funcionarios españoles, la influencia de la Revolución Norteamericana y Francesa y la conformación de núcleos autonomistas e independentistas en América, fueron entre otras, las causas del comienzo de la rebelión contra España. El proceso de independencia propiamente dicho en la América hispana, se inicia en la población de Charcas (Bolivia) el 25 de mayo de 1809. En el Virreinato de la Nueva Granada, los primeros sucesos revolucionarios ocurren cronológicamente, así : Pore (2 de febrero de 1810), Cartagena (22 de mayo), Mompox (2 de julio), Cali (3 de julio), Pamplona (4 de julio), El Socorro (10 de julio), que influirían definitivamente en los hechos ocurridos en Santafé el 20 de julio de 1810.

Un ilustre hijo de Girón, al igual que otros americanos destacados, manifestaba su creciente preocupación por la invasión napoleónica a España que, a su juicio pondría a la América española como botín de guerra de las naciones poderosas. Tal fue don Eloy Valenzuela, cuyas profundas reflexiones se condensan en la carta que dirigiera, el 9 de junio de 1810, desde Bucaramanga, a don José Fernández Madrid. Allí señala la inconveniencia de ser colonia de Inglaterra o de Portugal o del Brasil, indicando que: “Con que no será temeridad el preguntar ¿Si España se pierde de quien seremos? Si falta la Madre Patria ¿Cómo quedaremos: emancipados o concertados? (…) debemos ser nuestros reuniéndonos en un estado que sin abrazar demasiada extensión nos proporcione ventajas para el fomento interior y para las relaciones exteriores. Para estas nos bastan las costas del mar del Norte desde Maracaibo a Portobelo, y en el Pacífico y desde Panamá a la bahía de S. Ventura. Una línea que nos separe de Quito sin desmembrar a Popayán y sus minas nos ahorrará emulaciones y rencillas. Otra que nos deslinde con Caracas por Barinas, o por Apure, formarán a la verdad un estado mucho menor que el Virreinato; pero por lo mismo mucho más proporcionado para gobernar y florecer como se adopten y consagren la economía, el trabajo, la igualdad legal, la verdadera libertad, que consiste en hacer cada uno lo que quiera como en nada ofenda ni al público ni al particular. Esta es obra que se puede concluir con reposo, madurez y discernimiento. Quien reflexione un poco y se desnude de miras personales conocerá fácilmente esta es una representación nada conveniente a la miseria y otras circunstancias del Reino y que únicamente se debe adoptar por la imperiosa necesidad de no caer en dominio extraño o cuyo centro esté muy distante”.

Bien sea que los diferentes sectores de la aristocracia criolla, divididos entre autonomistas e independentistas, acudieran a certeras o dudosas retóricas para justificar sus posturas, lo cierto es que para 1810 existía ya un consenso sobre la necesidad de asumir las riendas de las provincias existentes. Para el caso de Norte de Santander, las noticias sobre el levantamiento de Caracas el 19 de abril de 1810, y el conocimiento del malestar que se vivía en Santafé desde finales del siglo XVIII, preparó los ánimos para los pronunciamientos que se sucedieron durante este año en el territorio de las actuales provincias de Pamplona, Cúcuta y Ocaña. La insurrección de los pamploneses contra el Corregidor español don Juan Bastús y Falla, el 4 de julio de 1810, dio inicio a la formación de las juntas autonomistas en la región, que se consolidarían con la noticia de la creación en Santafé de la Junta el 20 de julio, a la cual se plegaron, de una manera u otra, los movimientos insurreccionales de la Nueva Granada. El 31 de julio de 1810 se suscribió el Acta de independencia de Pamplona y el 17 de noviembre del mismo año se instaló la Asamblea compuesta por representantes de las poblaciones de Málaga, Villa del Rosario, Villa de San José, Matanza, Piedecuesta, Salazar y Pamplona, eligiendo a don Camilo Torres como Diputado al Congreso Nacional.

Como la intención de los líderes de Pamplona iba más allá de sus fronteras, se compulsó copia del Acta de independencia a las poblaciones vecinas, incluyendo la ciudad de Ocaña que por aquellos días debía estar debatiendo el documento que sería enviado a la Junta de Santa Marta. “…y se mandó inmediatamente se hiciese circular esta acta a todos los cabildos y lugares de la Provincia, a todos los del Reino, a la América entera y a las colonias inglesas; y que convidase de nuevo, como efectivamente se convida a los referidos cabildos comprovinciales para que elija cada uno de ellos su representante. Y para que así conste, da fe de todo el presente secretario vocal. (Hay más de cien firmas) Francisco Soto, secretario vocal. Ocaña, agosto trece de mil ochocientos diez. Por recibido, con el oficio de dos del corriente, que se contestará manifestando el reposo y tranquilidad en que se halla esta ciudad, compulsándose copia de una y otro para dar cuenta al señor gobernador de la Provincia, y agréguese al libro capitular corriente. Ramón de Trillo. Miguel Antonio Lemus. Cayetano Antonio Villarreral. Francisco Quintero Príncipe. Francisco Soto Jácome. Francisco Gómez de Castro, escribano público y real. Concuerda con sus originales a que me remito, y según lo mandado en el auto inserto, doy y firmo el presente en Ocaña, a once de septiembre de mil ochocientos diez. De oficio. Corregido. Francisco Gómez de Castro, escribano público y real” (Actas de formación de Juntas y declaraciones de Independencia,1809-1821. Reales Audiencias de Quito, Caracas y Santa Fe. Tomo II. Publicaciones Universidad Industrial de Santander. Colección Bicentenario. Bucaramanga. 2008).

En la región de Ocaña, Provincia en ese entonces de Santa Marta, las noticias sobre los hechos acontecidos en El Socorro y Pamplona fueron conocidas a través del joven Antonio Quintero Copete, quien estudiaba en Pamplona a la fecha del levantamiento contra el Corregidor Bastús. Quintero habría de contribuir a la conformación del núcleo republicano local que ya estaba gestándose gracias al influjo de don Miguel Ibáñez y Vidal y el padre Alejo María Buceta. En el mes de agosto de 1810, se instaló la Junta Provincial de Santa Marta, bajo los mismos principios que las demás de la Nueva Granada. El 20 de octubre de 1810, el Cabildo de Ocaña se reunió para determinar las instrucciones que don Francisco Aquilino Jácome debía presentar ante dicha Junta, la cual terminó siendo “disuelta violentamente” por el Gobernador de la provincia don Tomás Acosta. La presencia en Ocaña, a finales de 1810, del teniente capitán de la primera compañía del regimiento Fijo de Cartagena, don José Víctor de Salcedo, frustró la consolidación el movimiento ocañero.

En 1915, el doctor Alejo Amaya publica su obra cumbre, Los Genitores, noticias históricas de la ciudad de Ocaña, que recoge la historia de la ciudad desde su fundación hasta 1810. Sobre el período de la Independencia en la región de Ocaña, señala el historiador:

“Ocaña entró de lleno en el movimiento iniciado en Santafé el 20 de julio, no con ánimo decidido de emanciparse de la madre patria, sino con el único y firme propósito de hacer valer sus derechos como provincia americana conforme al sentir de la junta central de Santafé. Prueba de lo que dejamos dicho es la sesión que el 20 de octubre de 1810 celebraron los miembros del Ilustre Cabildo, Justicia y Regimiento, para aprobar las instrucciones a las que debía ceñirse el comisionado de Ocaña a la Junta de Santa Marta, señor doctor Francisco Aquilino Jácome, instrucciones que reproducimos textualmente como comprobación de nuestro aserto y por la independencia de carácter que revelan: ‗Esta ciudad tan leal a su rey, como adicta a sostener su libertad y la causa común, derramará la sangre de sus moradores por defender tan sagrados objetos; prestará cuantos auxilios pueda para asegurar la unión con las Provincias, con las que se congratula por la feliz revolución de nuestras opiniones políticas; conoce hallarse restituida a sus primitivos derechos; ve la necesidad de afianzarlos y contribuye por medio de su representante al fin propuesto por la Capital del Nuevo Reyno de Granada y Santa Marta para el de establecer un nuevo Gobierno que haga floreciente a la América.. La Junta provincial de Santa Martha, reconocida en calidad de por ahora, no puede creerse en lo subsesivo (sic) con derecho a nuestra subordinación, mediante a que no se consultaren nuestros votos, y de que el excesivo número de vocales de que se compuso se opone a nuestra libertad. Nuestra intención en su reconocimiento fue evitar la desunión por seguir el sistema de obediencia capaz solamente de conservar los vínculos de amistad, de armonía y mantenernos respecto a las demás sociedades en el estado que antes; pero semejante reconocimiento no perjudicará nuestros comunes derechos a los que debemos ser restituidos caso de haberlos defraudado, como irrenunciables. Su Gobierno anterior contenía un Tribunal de Apelaciones; por consiguiente no puede recaer en la Junta Superior las funciones de una autoridad privativa de la Junta Suprema de Santafé, como que ha tenido el superior Gobierno del Distrito…
Jamás podremos subsistir sin que admitamos una autoridad que dirija nuestras cosas a un solo punto que consiste en la pública tranquilidad, pero esta deberá constituirse sin usurpar nuestros derechos; bajo esta consideración, la Junta Superior Provincial de Santa Marta, deberá disminuir su número de vocales para conservar el equilibrio o igualdad en las de los demás lugares de la provincia; pues de lo contrario será sin el consentimiento de éstas a quienes pertenece su representación, llevará el sello de involuntaria, ilegítimamente establecida e improbada por un juicio universal…´’. ―No consta en el protocolo – sigue diciendo Amaya - que el comisionado doctor Jácome hubiese conseguido hacer parte de la Junta de Santa Marta, porque está instalada en Agosto con tanta solemnidad y regocijo y con las bendiciones del Prelado Don Miguel Sánchez Serrano, fue disuelta violentamente por su Presidente, el Gobernador de la Provincia don Tomas Acosta. Esta contrarrevolución dejó a los ocañeros de nuevo sometidos al gobierno español y ni siquiera a un gobierno monárquico como había antes, sino a uno tirano y despótico que auguraba claramente el terrorista que vino después” Hasta aquí el libro de Los Genitores. Don Francisco Aquilino Jácome, en efecto, hizo parte de la Junta de Santa Marta, si bien no en su primera sesión del 9 de agosto de 1810, lo encontramos ya suscribiendo el Acta de Reorganización de esta Junta el 22 de diciembre del mismo año y las siguientes.
Los sucesos de Santa Fe, del 20 de julio de 1810, produjeron la conformación de diferentes Juntas patrióticas en las provincias del Virreinato. Una de ellas, la de Santa Marta, caracterizada por su fidelidad a la Corona, se conformó el 9 de agosto de 1810.