EL CARNAVAL DE RIOSUCIO (CALDAS)

LOS ESPERA DEL 2 AL 12 DE ENERO DE 2009

ENTREVISTA A ARCESIO ZAPATA VINASCO

 

 

HOTEL PALACIO

 

 

 

Ubicado en la Calle del Comercio, que une el Parque de San Sebastián con el Parque La Candelaria, el Hotel Palacio es un edificio emblemático del patrimonio arquitectónico riosuceño. En los tiempos en que no existía la carretera Supía-La Pintada ni la autopista Medellín-Bogotá, Riosucio era una parada obligada de los viajeros que se dirigían a Medellín desde Cali o desde Bogotá, muchos de los cuales se hospedaban en el Hotel Palacio, entonces en su edad dorada.

 

Por la configuración espacial de su interior, donde los corredores de sus tres pisos convergen a un patio central, era frecuente que las compañías de música o teatro que se hospedaban en este hotel presentaran funciones en el patio, convirtiéndose los corredores en galerías para el público.

 

 

 

 

EL CARNAVAL DE RIOSUCIO

 

 

El Carnaval de Riosucio se celebra cada dos años, a comienzos del mes de enero (del 2 al 12 en 2009), y hace parte de la tradición católica de la celebración de los Reyes Magos y de la tradición cultural del Gran Cauca de los Carnavales de Blancos y Negros. Pero en Riosucio  estas fiestas tomaron un curso propio, enraizado en los propios orígenes de un pueblo que desde los tiempos de la invasión española administra históricas rivalidades entre resguardos indígenas, entre indígenas y blancos, entre liberales y conservadores, entre ricos y pobres, entre zona rural y zona urbana, entre el parque de arriba y el parque de abajo, hasta que a comienzos del siglo XX encuentra en el Carnaval un punto de convergencia, con la particularidad que la figura central carnavalesca es el Diablo, quien preside la celebración como árbitro de la fiesta y de la convivencia.

 

¿Cuál es el encanto del Carnaval de Riosucio?

 

Su ubicación: se vive en Riosucio, un pueblo de la mayor riqueza étnica, paisajística, patrimonial y cultural. Su facilidad de accesos. Su autenticidad. Su vistosidad, no sólo en el Diablo de tres metros de altura sino en las máscaras y disfraces de las cuadrillas y los matachines. Su recreación colectiva de la historia de la ciudad. Su himno. Su diferencia con las ferias-rumbas de Cali, Manizales o Medellín, pues no tiene reina ni comparsas. Su programación, que es netamente cultural y las orquestas (que las hay y muy buenas) sólo empiezan a tocar a las doce de la noche.

 

ENTREVISTA A ARCESIO ZAPATA VINASCO

 

Arcesio Zapata Vinasco: “El Carnaval da lo que la gente no tiene”

Texto, fotos y video: Alexandra Sánchez

Tomado de: http://www.colombia.com/entretenimiento/noticias/DetalleNoticia1418.asp

  Colombia.com (12/26/2002): El escritor y pedagogo riosuceño Arcesio Zapata Vinasco es una de las personas más versadas en el tema del Carnaval de Riosucio, ya que creció al lado de éste y sus influencias folclóricas. Ha publicado varios escritos entre ensayos, cuentos y poesía en los aspectos literarios de las tradiciones colombianas. Así como menciones especiales en el Festival Departamental de Teatro Independiente de Caldas, en el Concurso Internacional sobre Mitos y Creencias de América Latina.

Ha participado en El Mes de la Riosuceñidad en agosto de 2001 y productor de videos sobre el Carnaval de Riosucio y sobre la despedida del Río Sinú por los Indígenas Emberá-katios, entre otros. Este escritor habló con nosotros sobre su experiencia y datos curiosos del mismo.

Colombia.com: ¿Cuál considera que es la magia del Carnaval de Riosucio?

Arcesio Zapata Vinasco La magia es que el Carnaval da lo que la gente no tiene, porque está obligado a compensar en 6 días de lúdica lo que en dos años la población no tiene. El Carnaval trastoca la realidad, hace de ésta una diversión; hace del esclavo un amo y del amo un esclavo, del blanco un negro, del negro un blanco, de las colonias un imperio. Entonces la población ve en la posibilidad carnavalera la posibilidad de una libertad momentánea y pasajeramente estética.

C.C.:¿La figura mítica del diablo cómo se ha manejado en el Carnaval, dadas las concepciones que la gente tiene de éste?

A.Z.V:Juan Pablo II dijo que el infierno era un estado de ánimo. Si esto es así, el cuidador del infierno, el diablo, es un estado de gracia; O sea, que desapareció el diablo de la concepción cristiana histórica y lo que se reafirma es la esencia del Diablo de Riosucio, que no es un diablo católico, sino telúrico y está con el movimiento de nuestro continente.

América es el único continente flotante que hay, no tiene ligazón con el centro de la tierra; por esto, éste diablo tiene que ver con la Culebra de las Siete Cabezas de las creencias precolombinas de Riosucio, con los sismos y con el tigre, macho cabrío de la antigüedad griega y romana que era el elemento de fundación hacia habitantes que iban a ocupar territorios nuevos. Pienso que el Diablo de Riosucio le incorpora su real carácter de fecundidad de la tierra.

C.C.:¿A qué atribuye el hecho de que las tradiciones que se viven en el Carnaval perduren todavía?

A.Z.V:Riosucio, Caldas junto con Zupia y Marmato son las zonas de más alto mestizaje en el país. Los primeros negros llegaron a Marmatos, Zupía y a Riosucio, en el siglo XIX era más importante en Londres Riosucio que Bogotá, por el oro. Los alemanes los franceses y los holandeses, los españoles y los africanos llegaron todos a la zona.

Allí se ve una combinación extremadamente complicada y fantástica de apellidos como Nicolls, Cock, Conbueno, Taba, Colorado, Olarte, unos extranjeros y otros totalmente indígenas. Ese acto de mestizaje le dio a Riosucio esa posibilidad de tener como un grito de libertad
a las tres razas, para seguir existiendo como posibilidad humana en el mundo, lo que hizo que Riosucio, Caldas fuera fuente de testimonio de esas tradiciones.

C.C.:Las diabladas que habían en toda Colombia, ¿por qué se han conservado tanto en Riosucio?

A.Z.V:Tomas Carrasquilla dice hacia el siglo XIX: había entre Urabá y Nariño diableadas en todos los pueblos de Colombia. Hacia el año 46 había carnaval en Zupia y desapareció; hacia el año 25 había carnaval en Manizales y la cambiaron por una feria española. Entonces, Riosucio por ese grado de mestizaje tuvo el coraje de mantener la tradición viva. Aunque hubo carnavales en Chinchia, en Anserma, en Quiebralomo y las diabladas eran manifestaciones totalmente nacionales, han ido desapareciendo por el grado de formación de ciudades, pero Riosucio por esa fuerza diabólica de sus habitantes frente a la magia de la danza, de la chirimía, de la canción, de la poesía, de la literatura, la ha conservado.

En este momento Riosucio puede tener cerca de 100 conjuntos musicales, urbanos y rurales. Es la ciudad con más músicos en Caldas, como ese legado de mestizos para legar al continente.

C.C.:¿Qué papel ha jugado la iglesia católica en la realización y mantenimiento de la tradición carnavalera?

A.Z.V:La iglesia ha apoyado. Germán Arciniegas, el gran escritor colombiano antes de morir dijo que si había que hacer una novela, sería de la vida del padre Bonafont, fundador de Riosucio, porque siempre fue una comunidad pobre y este padre hacia 1819 para financiar su parroquia, consiguió un burro que alquilaba a las burras de la ciudad al lado de la iglesia. Cuando el burro montaba 10 burras al día, las mujeres de la plaza de arriba de Riosucio decían: “Ah, que nuestro maridos tuvieran el ímpetu que tiene el burro del padre Bonafont”, con esto qué quiero señalar?, que había una iglesia maliciosamente picara y entrañable para financiar la tierra y mamarle gallo a la realidad.

El padre Bonafonte fundó ese enclave entre la iglesia real y la comunidad; otro ejemplo es el de un sacerdote que hace cuatro años se disfrazó en una a cuadrilla ó el de una monja que recibe las cuadrillas en su casa. Incluso, los curas desde épocas lejana sabían que el mejor sitio para bailar era el atrio de la iglesia y así lo hacían.

Vale la pena contar que el Carnaval en sus orígenes romanos era cristiano. El papa Gelasio I en el
año 650 en Roma lo prohibió porque los obispos se desnudaban y se bañaban con agua bendita dentro de las catedrales, pero el Carnaval era instaurado en Roma por el Papa. O sea, que la iglesia ha tenido un intimo ligazón con el Carnaval.

C.C.:¿Qué otros aspectos lo han mantenido?

A.Z.V:Se dan tres elementos importantes: había una ritualidad indígena de ayuda el hombre por la tierra, había una ritualidad africana que era contra la rabia que los trajo a su fuerza al continente, proclamar una rabia de palenqueros en nuestro continente y los europeos que no siempre eran tan malos como los han pintado; los europeos venían buscando la libertad que allá no tenían y aquí la encontraron, tanto que vieron en América el paraíso.

C.C.:¿Por qué existen todavía esas tradiciones y qué es lo que no ha permitido que se acaben?

A.Z.V:La religiosidad que tiene que ver con las nuevas normas de conducta con las cuales una población se ciñe, se adapta a ella y la sigue con mucha realidad porque son nuevos estatutos; por ello, una cuadrilla demora preparándose ocho meses y las otras comunidades no saben qué está preparando esa cuadrilla, ni la letra, ni la música, ni el disfraz sólo se sabe el día que salen a la plaza pública. Esto hace que la manifestación cultural permanezca.

Lo mismo pasa con los decretos, que son manifestaciones de mes y medio antes del carnaval, suceden 6 ó 7 decretos antes. Al
diablo se le dice que la población se esta preparando entonces los textos del decreto son misas hasta el momento que los haga públicos leyéndolos en la plaza, lo que hace que la fiesta sea totalmente ritual, clandestina, estética y que se desarrolla en espacios públicos. No es una fiesta de club, no es una mascarada, y por eso decimos que en Riosucio no hay comparsas sino cuadrillas porque estas son una relación de la máscara con el público en el espacio mismo de la palabra.

Hay alrededor de 25 casas matachinescas en Riosucio, donde se reciben las cuadrillas cada
dos años. Recibir una cuadrilla cuestan algún dinero porque hay que atender la cuadrilla con comida, jugos, algo de trago, música, lo que dura entre la una de la tarde del domingo de cuadrillas hasta las tres de la mañana del otro día.

Entonces que esos actos sean públicos, clandestinos, estéticamente buenos y que tengan un respeto por la palabra en el espacio publico donde se realizan, hace que la fiesta se conserve.

 

Página recomendada:

RIOSUCIO EN CARNAVAL, sitio de la Universidad Nacional de Colombia

www.carnavalriosucio.wordpress.com

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